Un grupo de pacientes renales, afiliados a la EPS Cajacopi y atendidos en la unidad renal Nefrouros, denunciaron públicamente que podrían quedar sin tratamiento a partir del próximo 15 de abril, debido a problemas administrativos entre la EPS y la clínica.
Mirielys Pérez, hija de Carmen Cruz Pérez —paciente en tratamiento de diálisis desde hace más de cinco años—, expresó su preocupación ante lo que calificó como un “atropello” por parte de Cajacopi, no solo contra su madre, sino contra varios pacientes con enfermedades de alto costo. “Mi mamá y muchos otros enfermos graves llevan años recibiendo atención en Nefrouros. Nos quieren trasladar como si fuéramos objetos sin valor”, manifestó.
En una carta enviada a la gerente regional de Cajacopi, Jobanina Ruiz, los pacientes relatan que el pasado 3 de abril fueron informados por la clínica de que los servicios de diálisis serían suspendidos debido a la falta de insumos, ocasionada por retrasos en los pagos de la EPS. Esta situación, aseguran, genera gran incertidumbre y temor entre quienes dependen de este tratamiento para vivir.
“Nefrouros es nuestro segundo hogar”, señala el documento firmado por los pacientes, en el que destacan la atención cálida, el trato humano y la calidad del servicio recibido durante años. Agregan que no están dispuestos a ser trasladados a otras unidades sin ser tenidos en cuenta.
Los pacientes anunciaron que realizarán un plantón pacífico este jueves en horas de la mañana frente a las oficinas de Cajacopi, exigiendo respeto a su derecho a la salud y una solución definitiva a la crisis. También informaron que remitirán el caso a la Secretaría de Salud, la Superintendencia de Salud y el Ministerio de Salud.
“Solo pedimos que resuelvan el tema administrativo pensando en nuestras vidas. No somos muebles que se pueden mover de un lugar a otro”, concluye el comunicado.
