José Humberto Torres, defensor de derechos humanos, denuncia amenazas del Estado Mayor de ACSN

En un fuerte pronunciamiento en sus redes sociales, el abogado y defensor de derechos humanos José Humberto Torres ha expresado su rechazo y preocupación por lo que considera una amenaza directa contra su vida, lanzada por el Estado Mayor del ACSN (Autodefensas de Colombia Sur Occidente). Torres, quien ha sido un firme denunciante de los crímenes cometidos por grupos armados en el país, declaró que los recientes comunicados y paradas militares de esta organización buscan intimidarlo y silenciar su voz.

«No pienso callarme, se equivoca el Estado Mayor de ACSN si cree que con comunicados y paradas militares me van a intimidar e impedir que siga denunciando sus crímenes», escribió Torres en su cuenta oficial, enfatizando que no cesará en su labor de visibilizar las violaciones a los derechos humanos.

image 13

El abogado también denunció que, con su más reciente declaración, las amenazas en su contra se intensifican, al ser etiquetado como «enemigo de la Paz», lo que, según su análisis, equivale a ser declarado un «objetivo militar» por parte del grupo armado. Torres calificó esta situación como un intento de «ambientar su asesinato», un señalamiento preocupante en el contexto del trabajo de los defensores de derechos humanos en Colombia, quienes enfrentan constantemente riesgos debido a su labor.

José Humberto Torres ha sido un firme crítico de los grupos armados ilegales y ha dedicado su vida profesional a defender a las víctimas del conflicto armado. Sus declaraciones son un llamado de atención sobre la situación de vulnerabilidad que enfrentan quienes, como él, luchan por la justicia y los derechos fundamentales en Colombia.

Se espera que organizaciones nacionales e internacionales, como Human Rights Watch y la Defensoría del Pueblo se pronuncien frente a la denuncia de Torres y otros defensores de derechos humanos en el país, instando al gobierno colombiano a tomar medidas para garantizar su protección.

Esta denuncia añade una nueva capa de tensión en la ya compleja situación de violencia y amenazas que afectan a los defensores de derechos humanos en Colombia, quienes continúan trabajando bajo condiciones de riesgo extremo.