La madre denunció que su hija fue entregada con múltiples mordeduras en rostro y cuerpo, sin asistencia ni explicaciones. Exige respuestas al ICBF y a las autoridades locales por el abandono en el CDI Altos de Salinas.
¡Indignación en La Guajira! Un presunto caso de negligencia infantil ocurrido el pasado 1 de abril de 2025 ha generado conmoción en el municipio de Manaure, tras la denuncia de una madre cuya hija, de apenas 1 año y 5 meses, fue entregada con múltiples mordeduras en distintas partes del cuerpo mientras se encontraba en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Altos de Salinas.
La menor presentaba lesiones visibles en el rostro, espalda, brazos y extremidades, sin que se le hubiese prestado atención médica inmediata, según relató la madre. El incidente ocurrió cuando la docente del grupo abandonó el aula durante “cinco minutos” para ir a buscar agua, dejando a cargo a una auxiliar con un grupo numeroso de niños, en medio de una evidente falta de personal, ya que varios empleados estaban ausentes por enfermedad.
“Mi hija estaba llena de marcas de dientes y nadie la había llevado al hospital. Me la entregaron como si nada”, denunció la madre, quien trasladó a la menor al Hospital Armando Pabón López y formalizó una queja ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Hasta la fecha, la familia no ha recibido respuesta.
La denunciante cuestiona:
- ¿Por qué dejaron a bebés solos?
- ¿Por qué no había agua en los baños?
- ¿Dónde estaban las autoridades?
“Esto no fue un accidente. Fue abandono. Hoy fue mi hija, mañana puede ser el hijo de cualquiera”, declaró con indignación.
Desde el ámbito legal, el caso podría configurarse como omisión de cuidado, comprometiendo la responsabilidad institucional del CDI y posiblemente derivando en sanciones penales si se confirma negligencia grave.
La legislación colombiana es enfática: los menores de edad deben ser protegidos con prioridad. Casos como este no pueden quedar en la impunidad. La sociedad exige respuestas claras, investigación inmediata y acciones contundentes por parte del ICBF, la administración municipal y demás autoridades responsables.
Y.A.