La defensora nacional del Pueblo, Iris Marín, ha reiterado su alarmante preocupación sobre la situación del reclutamiento forzado de menores de edad en Colombia.
Según la funcionaria, hasta diciembre de 2024, se han registrado 533 casos de menores de edad víctimas de este flagelo, a manos de grupos armados ilegales.
De esta cifra, 323 son niños y 210 son niñas y adolescentes, lo que refleja una tendencia preocupante de aumento. Marín calificó esta situación como «alarmante» y destacó que la cifra sigue creciendo debido a las nuevas denuncias que se presentan a diario. Esta realidad refleja la grave crisis de violencia que afecta a menores en el país, y pone en evidencia el riesgo constante al que están expuestos en algunas regiones.
La defensora también señaló el incremento de secuestros atribuidos a grupos guerrilleros, específicamente al Ejército de Liberación Nacional (ELN), que mantiene secuestradas a unas 50 personas en la región del Catatumbo, y a 18 más en el departamento de Arauca. Este fenómeno de secuestros, que involucra tanto a civiles como a miembros de la fuerza pública, es otro de los flagelos que agobian a la población y aumentan la incertidumbre en varias zonas del país.

Marín hizo un llamado urgente a las autoridades para que intensifiquen los esfuerzos para proteger a los menores y garantizar su seguridad, destacando la necesidad de políticas públicas más eficaces que aborden de manera integral esta problemática.
El reclutamiento forzado de menores y los secuestros son violaciones graves de los derechos humanos y una realidad de la cual se deben tomar medidas inmediatas para evitar que más personas, especialmente los más vulnerables, sigan siendo víctimas de estos delitos. La situación continúa siendo un desafío crítico para la paz y la seguridad en Colombia.