En una acalorada intervención en la Cámara de Representantes, el representante Jorge Ocampo y la representante Ana Monsalve intercambiaron duras palabras sobre la violencia política y las cusaciones en torno a la senadora Nadia Blel.
El primero en hablar fue Ocampo, quien en tono firme expresó: “O van a olvidarse aquí que el papá de ella, el jefe del clan, fue condenado por aliarse para hacer política con paramilitares. A mí no me vengan con esa hipocresía”, refiriéndose al pasado del padre de la senadora Blel, quien fue condenado por sus vínculos con grupos paramilitares.
Igualmente el representante Ocampo criticó el intento de justificar la violencia política contra las mujeres en la política, asegurando que este tipo de actitudes y discursos buscan ocultar la verdad detrás de los intereses políticos.
Ante estas acusaciones, Ana Monsalve, en defensa de la senadora Nadia Blel, respondió con firmeza: “Representante Ocampo, dice usted de presuntos delitos, pero ninguno de ellos ejercidos por la senadora Nadia”. Monsalve rechazó las críticas basadas en la familia de la senadora y calificó como “lamentable” que algunos intenten restar valor a la opresión y persecución que Nadia Blel ha sufrido.
Monsalve argumentó que en democracia se debe respetar la diversidad de ideas y decisiones, y enfatizó que el ataque a las familias y las personas por sus opiniones políticas no es aceptable. “No puede ser que cada vez que tengamos diferencia, la forma sea ofender a las familias, ofender al congresista”, dijo la representante, pidiendo un trato más respetuoso en los debates políticos.
Finalmente, Monsalve sentenció que, aunque no es parte del partido conservador ni tiene afinidad política con la senadora Blel, su postura se basa en la defensa de la democracia y en la condena de cualquier tipo de violencia, especialmente cuando se dirige a la persecución de individuos y sus familias debido a sus posturas políticas.
El intercambio, que generó tensión en la Cámara, subraya las profundas divisiones y la complejidad del clima político en el Congreso, especialmente cuando se trata de temas tan sensibles como la violencia política, los vínculos con el pasado y el respeto a las decisiones democráticas.