El mandatario capitalino indicó que el homicidio de Hernando Sánchez podría estar vinculado a una disputa entre esmeralderos. Las autoridades esperan avances de la Fiscalía y mantienen operativos en Usaquén
¿Una guerra de esmeralderos en Bogotá? Esa es la hipótesis que planteó el alcalde Carlos Fernando Galán luego del asesinato de Hernando Sánchez, alias ‘Pechuga’, un reconocido empresario del sector de las esmeraldas, en un conjunto residencial del norte de la ciudad.
El crimen ocurrió en la tarde del sábado, en la calle 140 con carrera Séptima, en el exclusivo conjunto Bosques del Marqués, en la localidad de Usaquén. De acuerdo con el reporte preliminar de la Policía Metropolitana de Bogotá, el ataque fue perpetrado por un francotirador que se habría escondido en una zona boscosa cercana al lugar. Sánchez, de 62 años, recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto.
Galán declaró que este hecho podría estar relacionado con un segundo caso de características similares ocurrido el año pasado. “Ustedes saben que el tema del sector de las esmeraldas ha tenido hechos de violencia en el pasado y ha habido enfrentamientos constantes entre quienes se dedican a este negocio. Eso ha ocurrido fuera de Bogotá, pero nos ha llegado a la ciudad”, afirmó el alcalde, quien no descartó una posible disputa entre esmeralderos.
El mandatario aclaró que la Fiscalía General de la Nación y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) están a cargo del caso y se espera que los resultados forenses y judiciales permitan establecer quién está detrás del asesinato. “Hemos hecho esfuerzos desde la administración distrital, pero es necesario esperar los avances de la investigación”, recalcó.
Ante lo sucedido, las autoridades activaron un operativo de búsqueda en la zona, que incluyó sobrevuelos del helicóptero Halcón. Sin embargo, la topografía del lugar, rodeado por cerros y zonas de difícil acceso, ha complicado las labores de rastreo del presunto sicario.
Este nuevo episodio de violencia ha encendido las alarmas sobre una posible expansión de conflictos tradicionales del negocio esmeraldero hacia áreas urbanas de Bogotá, lo que representa un desafío adicional para la seguridad de la ciudad.
Y.A.
