La salud en el archipiélago da un paso adelante con la puesta en funcionamiento de la unidad renal del Hospital Departamental Clarence Lynd Newball, un servicio esperado durante años por la comunidad. Este miércoles, los primeros ocho pacientes fueron atendidos en la nueva instalación, marcando el inicio de una etapa en la que los isleños con patologías renales podrán recibir tratamiento sin salir de su territorio.
El evento contó con la presencia de familiares, autoridades y veedores ciudadanos, quienes destacaron la importancia de este avance para la atención médica en San Andrés. El Secretario de Salud, Mikel Watson, expresó su satisfacción por la apertura, señalando que esta unidad responde a una necesidad urgente en la isla. “Sabemos lo difícil que ha sido para muchos pacientes trasladarse al interior del país para recibir tratamiento. Con esta apertura, buscamos que puedan ser atendidos en su hogar, cerca de sus seres queridos”, afirmó.
En su primera fase, la unidad renal ha logrado un acuerdo con la EPS Sanitas para atender a 20 pacientes, evitando largos desplazamientos a otras ciudades. Además, el hospital ya se encuentra en conversaciones con la Nueva EPS para ampliar la cobertura y beneficiar a más personas.
El equipo médico especializado incluye nefrólogos y otros profesionales capacitados para garantizar un servicio de alta calidad. Según Watson, la nefróloga asignada permanecerá de manera permanente en la isla, asegurando continuidad en la atención.
Para muchos, este nuevo servicio significa el fin de años de desplazamientos y separaciones. Berta Martínez, hija de una de las primeras pacientes atendidas, expresó su emoción por el regreso de su madre a la isla después de casi dos años recibiendo tratamiento en Barranquilla. “Estoy feliz de que podamos volver a casa. La atención en la otra ciudad fue excelente, pero aquí estamos donde pertenecemos. Espero que este servicio crezca y beneficie a más personas”, comentó.
El veedor en salud Rafael Liñán también celebró la apertura de la unidad, pero hizo un llamado a seguir ampliando el acceso. “Este es un gran avance, pero aún hay muchos pacientes esperando la oportunidad de regresar. Confiamos en que pronto se habilite el servicio para más afiliados y que el hospital continúe fortaleciendo su capacidad”, señaló.
Con la inauguración de la unidad renal, San Andrés avanza en su objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, reduciendo la necesidad de desplazamientos y garantizando una atención médica más cercana y eficiente.