Un reciente estudio reveló cuáles son las mejores canciones para trabajar y estudiar. El 50% de los temas son en español.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
La música es un lenguaje universal que trasciende culturas, emociones y momentos de la vida. Su capacidad para influir en el estado de ánimo y en la mente humana es innegable: puede motivar, relajar, generar recuerdos e incluso potenciar el rendimiento cognitivo.
Desde la antigüedad, ha sido utilizada como herramienta de concentración y relajación, y en la actualidad, diversos estudios han demostrado que escuchar ciertas canciones puede mejorar la productividad en el trabajo y el desempeño en el estudio.
Sin embargo, no toda la música es igual de efectiva para estos propósitos. Elegir la lista de reproducción adecuada puede marcar la diferencia entre un flujo de trabajo óptimo y una sesión de estudio llena de distracciones.
¿Cuáles son las mejores canciones para potenciar la concentración y cuáles mejor evitar? Esta es la gran pregunta, la cual ha sido resuelta por una reciente investigación que reveló los temas que podrían hacer la diferencia en la productividad diaria de las personas.


Para ello, la plataforma de cursos en línea Preply analizó más de 7.500 canciones de 50 listas de reproducción en Spotify con títulos en español enfocadas en el estudio y el trabajo. A partir de este análisis, se seleccionaron 40 de las canciones más populares y se sometieron a un experimento con el fin de evaluar su impacto en la concentración y la productividad.
Igualmente, se identificaron los artistas que más aparecen en estas listas, determinando cuáles contribuyen más a la eficiencia laboral y académica.
Uno de los hallazgos más interesantes es que la diversidad lingüística tiene un papel clave en el rendimiento. Según el análisis, el 50% de las canciones más productivas en entornos laborales están en español, mientras que la otra mitad pertenece al repertorio en inglés.
Entre las canciones más efectivas para potenciar la productividad, destacaron títulos como ‘Another Love’ de Tom Odell, ‘Mariposa traicionera’ de Maná, ‘I Wanna Be Yours’ de Arctic Monkeys, ‘Bailando’ (versión en español) de Enrique Iglesias, ‘Sesión #53’ de Shakira junto a Bizarrap y ‘Riptide’ de Vance Joy.
También se suman los temas ‘Si antes te hubiera conocido’ de Karol G, ‘Rosas’ de La oreja de Van Gogh y ‘Hasta la raíz’, interpretada por Natalia Lafourcade.
“La música tiene el poder de liberar dopamina, incrementar la motivación e incluso mejorar la memoria”, aseguró Yolanda del Peso, experta en idiomas.
Por otra parte, también se reveló que los discos con ritmos demasiado acelerados pueden dificultar la concentración y generar más errores en las tareas. Un ejemplo de ello es ‘Nunca es suficiente’ de Natalia Lafourcade, con un tempo de 178 BPM, que hizo que los participantes del estudio escribieran seis palabras menos por minuto y tardaran 26 segundos más en completar una tarea.
Otro caso es Freaks de Surf Curse, que, con su ritmo enérgico de 180 BPM, afectó negativamente la precisión y la velocidad en la escritura, reduciendo la cantidad de palabras por minuto y aumentando los errores tipográficos.
En cuanto a los artistas más escuchados por quienes buscan mejorar su productividad, está en primer lugar el grupo BTS, el popular grupo de K-pop, con 116 apariciones en listas de reproducción enfocadas en el estudio y el trabajo. Coldplay ocupa el segundo puesto con 104 apariciones.
Otros beneficios de la música
El impacto positivo de la música no se limita al ámbito laboral o académico, también puede jugar un papel crucial en otros aspectos de la vida cotidiana. Por ejemplo, en la práctica deportiva, ciertas canciones mejoran el rendimiento físico al sincronizar los movimientos con el ritmo y aumentar la resistencia.
En escenarios terapéutico, la musicoterapia ha demostrado ser eficaz para tratar trastornos del estado de ánimo, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.
Además, la música es una poderosa herramienta en el aprendizaje de idiomas. Escuchar canciones en una lengua extranjera puede ayudar a familiarizarse con la pronunciación, la gramática y el vocabulario de una manera natural y entretenida.
Por ejemplo, si se está aprendiendo italiano, escuchar a la cantante Annalisa y su canción Storie Brevi puede ayudar a mejorar la articulación de la “r” y a captar la acentuación correcta en palabras clave.
No hay que olvidar que al final del día se trata de encontrar el equilibrio perfecto entre ritmo, melodía y ambiente para aprovechar al máximo los beneficios que ofrece la música en cada aspecto de la vida.