Por Orlando Andrade Gallardo
Nuevamente se repite la historia de quejarse ante el imperio, que el presidente Petro no obedece sus órdenes y peticiones, violando la Constitución y los parámetros políticos
tradicionales, con reformas políticas a su conveniencia, que afectan la democracia. En el tour viajaron más de una docena de congresistas, presidida por su presidente y financiado con dineros de los colombianos, para reunirse con sus homólogos norteamericanos y funcionarios de organismos internacionales y acusar al mandatario de no gobernar con ética e ignorar
acuerdos internacionales. ¿Será que tienen razón? La opinión pública considera que es la irracionalidad de la razón más insólita e inaudito viajar a Estados Unidos para contarles chismes parroquiales a sus pares. Según el presidente del tour, la misión tiene como objetivo defender la democracia por estar en peligro y acusar al mandatario por actos que atentan contra la paz y tranquilidad del país, amenazando a congresistas que no aprueban sus proyectos, igualmente califica la administración con epítetos degradantes, creando mala imagen ante otros países. Para los colombianos son vergonzosos estos sucesos, aún más grave, si las personas que la promueven pertenecen al poder legislativo. Estas conductas deben ser investigadas y castigadas si lo amerita, por atentar contra la seguridad nacional.
Otro episodio irracional y aberrante es la invitación y promoción antisemita de algunas congresistas de la derecha conservadora radical de reunirse con sus pares de otros países de la región para protestar por las acciones del grupo Hamás contra el pueblo judío en la franja de Gaza, ignorando los bombardeos y muertes de millones de niños, mujeres y ancianos palestinos. Al analizar la historia de los dos pueblos y sin hacerle apología a la guerra, es importante conocer los orígenes del conflicto y en el libro Choque de civilizaciones, Samuel P. Huntington, su autor, las describe magistralmente. Este es otro absurdo de la derecha recalcitrante de volarse la escuadra irracionalmente, buscando protagonismo internacional.
El primer análisis de la irracionalidad se fundamenta en que no existe razón alguna para que los legisladores elegidos por los colombianos para que los defiendan de cualquier atropello, no sean capaces de dirimir conflictos en nuestro país por muy graves que sean, y requieran acudir a foráneos. Asegurar que la democracia está en peligro por las modificaciones estructurales que pretende realizar el gobierno del cambio, es una farsa orquestada por la oposición, gremios y agentes externos enemigos del presidente Petro. Se atenta contra la democracia cuando se niegan la salud a los colombianos por haberse robado los dineros públicos, cuando niegan a los trabajadores sus derechos de recibir remuneraciones ganadas y justas; se atenta contra la democracia cuando los medios de comunicación mal informan, para favorecer a gremios y políticos atornillado en el poder, la democracia se debilita cuando la justicia no actúa con severidad contra quienes delinquieron y asesinaron a personas indefensas y la lista es larga. La democracia se desgasta cuando los legisladores no asisten a los debates para aprobar leyes y sabotean cuando afectan sus intereses, traicionan la democracia y su pueblo que los eligió como congresistas cuando prefieren a quienes financian sus campañas políticas y no quienes votaron por ellos.
El sentido común indica que antes de protestar, juzgar y condenar, es necesario tener suficientes pruebas, para evitar herir susceptibilidad que pueden afectar el buen nombre de las personas. Actuar irracionalmente es evocar y desconocer la realidad y la praxis social, el maniqueísmo utiliza estas prácticas para dividir las realidades entre el bien el mal y confundir a las gentes. Aplican el positivismo empírico por desconocer otras corrientes filosóficas e ideológicas, conduce a calificar a quienes piensan diferente, de terroristas, comunistas e izquierdistas. El fenómeno se presenta por el bajo nivel académico e intelectual de los críticos o negarse a entender mejor la realidad para esconder otros intereses. La intuición irracional de lo tangible, no es más que el reino de la nada que al convertirse en pasión puede conducirlo a la militancia fascista y reaccionaria, y acusar a los grupos que no atienden sus órdenes de asaltar la razón. Utilizar la irracionalidad para indisponer a su opositor político, son estrategias que se ensamblan para defender la élite social contra cualquier enemigo que atente contra sus intereses. Cuanto más se agudizan las contradicciones, con más irracionalismo se carga la clase dirigente para controlar cualquier protesta pública que afecte sus intereses.