A Cedeño además del ábaco, le falta una brújula: Bloqueo en la Duma deja sin ayuda a niños, abuelos y estudiantes

Por: Redacción
DIARIO LA LIBERTAD.

El gobernador del Magdalena, Rafael Martínez, no ahorró críticas contra la Asamblea Departamental, a la que acusó de bloquear recursos esenciales para programas sociales y obras que beneficiarían a miles de ciudadanos. Con tono indignado, el mandatario denunció que los diputados, en su afán de obstaculizar su administración, han incurrido en argumentos absurdos e inconsistencias injustificadas.

Un bloqueo basado en excusas

El centro de la controversia es la negativa de la Asamblea a aprobar la incorporación de 427.000 millones de pesos al presupuesto departamental. Según Martínez, la excusa utilizada por la Duma para frenar estos recursos es la supuesta falta de unidad de materia en el proyecto presentado, algo que el gobernador desmintió de manera contundente: «Claramente, el proyecto que se radicó habla de un solo tema: presupuesto».

Martínez resaltó que la decisión de la Asamblea viola el artículo 158 de la Constitución y normas como la Ley 819 de 2003 y el Decreto 111 de 1996, las cuales establecen que los recursos adicionales pueden incorporarse al presupuesto siempre que mantengan conexidad con su destino original.

Además, el mandatario rechazó otras justificaciones esgrimidas por los diputados, como supuestas inconsistencias numéricas. «Nosotros en varias oportunidades los hemos retado públicamente a que digan cuáles son esas inconsistencias, pero no han podido señalar ni una sola», afirmó. Incluso ironizó sobre la falta de comprensión de los diputados con respecto a los cálculos básicos del presupuesto. «Si les falta alguna herramienta, aquí tienen este ábaco, que yo se los puedo prestar para que sumen y resten», sentenció.

Recursos esenciales en el limbo

El gobernador advirtió que los diputados están perjudicando directamente a la población al frenar la ejecución de 55 programas y proyectos vitales para el Magdalena. Entre estos, destacó recursos para el funcionamiento de campus universitarios, centros de vida para adultos mayores, escuelas deportivas, la terminación de una planta de tratamiento de agua en Plato, entre otros.

El bloqueo también afecta la dotación y puesta en marcha del Hospital de El Retén y de ocho centros de salud en distintos municipios. Además, impide la construcción de dos nuevos centros hospitalarios y frena la compra de máquinas amarillas necesarias para habilitar vías antes de la temporada de lluvias. «A quién están perjudicando? ¿A mí? No. Están perjudicando a la gente del Magdalena», enfatizó.

Martínez también hizo referencia a la presión que el cambio político en el Magdalena ha generado en sectores tradicionales que, según él, están desesperados al ver cómo las obras se ejecutan. «El tsunami de obras que dejó Carlos Caicedo ya se están entregando. Este año, con el crédito y con estos recursos, ese cambio se vuelve imparable», aseguró.

A la diputada Cedeño, además del ábaco, le falta una brújula: Bloqueo de la Asamblea deja sin ayuda a niños, abuelos y estudiantes

El bloqueo de la Asamblea del Magdalena a la incorporación del superávit fiscal sigue sumando críticas y controversia. En un nuevo episodio de esta crisis política, la diputada Ángela Cedeño, presidenta de la Duma, quien milita en el partido Centro Democrático, expuso una insólita justificación para negar la aprobación de los recursos: los procesos judiciales del gobernador Rafael Martínez. Con esta postura, la Asamblea mantiene en vilo proyectos fundamentales que beneficiarían a miles de ciudadanos, incluidos niños en riesgo de desnutrición, adultos mayores en condición de pobreza y estudiantes de la Universidad del Magdalena.

«Les quiero manifestar el porqué revisamos tan exhaustivamente este proyecto de ordenanza de superávit y el cual eh, en este momento fue devuelto por esta presidenta. Tenemos tres procesos judiciales penales que tiene en este momento nuestro gobernador, tiene cuatro procesos judiciales administrativos, aquí tenemos cuatro procesos judiciales en el Juzgado Civil, ah, y de Familia», declaró la diputada Cedeño, esgrimiendo argumentos que poco o nada tienen que ver con la discusión presupuestal.

La gravedad de esta declaración radica en su falta de conexión con el contenido de la ordenanza en discusión. La Asamblea Departamental tiene la función de debatir y aprobar iniciativas con base en su viabilidad técnica y jurídica, no de jugar a ser juez y parte en temas judiciales. Urge regalarle a la diputada una brújula, para que pueda ubicarse dentro de las funciones que le competen y no extraviarse en su afán de obstrucción política.

Resulta aún más preocupante que, en su intento por frenar la ejecución de estos recursos, la diputada ignore el principio de presunción de inocencia y el debido proceso. En Colombia, toda persona tiene derecho a defenderse en los tribunales antes de ser considerada culpable. Incluso la Fiscalía General de la Nación ha reconocido que muchas de las denuncias contra Rafael Martínez y Carlos Caicedo resultaron ser infundadas y fueron archivadas. Sin embargo, Cedeño, sin el más mínimo criterio jurídico, prefiere basar sus decisiones en acusaciones sin sustento.

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La hipocresía de la diputada también queda en evidencia al recordar su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe, quien ha estado envuelto en múltiples investigaciones judiciales. Si aplicara la misma lógica que usa contra Martínez, entonces debería admitir que su líder político también estaría impedido para ejercer cargos públicos.

Mientras tanto, el Magdalena sigue siendo el principal afectado por la irresponsabilidad y el afán de bloqueo de la Asamblea Departamental. En el limbo están 55 proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de la población, desde programas de alimentación para niños hasta la dotación de hospitales y centros educativos. Pero nada de eso parece importarle a la diputada Cedeño y sus aliados políticos, quienes están más preocupados por hacer oposición que por el bienestar de sus representados.

Así las cosas, la Asamblea Departamental del Magdalena se ha convertido en un muro de contención para el desarrollo del departamento. Mientras miles de niños, jóvenes y adultos esperan la ejecución de programas esenciales, los diputados continúan utilizando artimañas para frenar la gestión. Las cifras son claras, las normas también. Lo que parece faltar en la Duma es voluntad política y, según el gobernador, una mejor comprensión de algo tan simple como sumar y restar.

Y.A.