El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha instado a la comunidad internacional a mantener todas las sanciones impuestas a Rusia hasta que finalice la guerra, argumentando que cualquier flexibilización en este momento solo beneficiaría al Kremlin y debilitaría los esfuerzos diplomáticos para alcanzar la paz.
Zelenski realizó estas declaraciones en una cumbre celebrada en París, donde líderes de más de 30 países se reunieron para coordinar nuevas estrategias de apoyo a Ucrania. En el encuentro, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 2.000 millones de euros y confirmó la formación de una «fuerza de garantía» europea para fortalecer la seguridad de Ucrania.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también se sumó al respaldo a Zelenski, afirmando que el Reino Unido seguirá proporcionando asistencia militar y diplomática para contrarrestar la agresión rusa. Mientras tanto, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró la necesidad de mantener la presión sobre Rusia y destacó la importancia de la seguridad ucraniana para la estabilidad europea.
En su intervención, Zelenski insistió en que levantar las sanciones en este momento enviaría un mensaje equivocado a Moscú, que «no ha demostrado intención real de negociar una paz justa». Además, pidió mayor claridad sobre el posible despliegue de tropas europeas en territorio ucraniano, exigiendo respuestas concretas sobre los tiempos y la participación de cada país en la iniciativa.
El debate sobre el envío de tropas europeas sigue siendo un tema controvertido dentro de la Unión Europea, con algunos países abiertos a la idea y otros más reticentes a una intervención directa. Sin embargo, Francia y el Reino Unido han tomado la delantera en la coordinación de nuevas estrategias de defensa para Kiev.
Con esta postura firme, Zelenski busca garantizar que la presión sobre Rusia se mantenga hasta que se logre una solución definitiva al conflicto, dejando claro que cualquier concesión prematura solo fortalecería la posición de Vladímir Putin en el tablero internacional.