El barrio San Bernardo, uno de los sectores más golpeados por la violencia en Bogotá, vivió una nueva jornada de terror en la noche del jueves. Un artefacto explosivo fue lanzado por dos individuos en moto, dejando a tres personas heridas, quienes se encontraban reunidas en la vía pública.
Este es el cuarto ataque de este tipo en lo que va del año en la misma zona, lo que ha encendido las alarmas de las autoridades, quienes no dudan en vincular este nuevo atentado con la lucha entre bandas criminales dedicadas al narcotráfico. Según el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Giovanni Cristancho, los responsables de este ataque habrían actuado como parte de una represalia frente a los operativos de control y seguridad que se están llevando a cabo contra las estructuras ilegales.
«Este tipo de ataques son un claro mensaje de las bandas que operan en la zona. Aprovechan la presencia de los policías en operativos de control y, cuando estos están concentrados en tareas de identificación, ellos realizan el ataque, lanzando el explosivo y huyendo rápidamente», explicó Cristancho, destacando la dificultad de prevenir este tipo de delitos por su carácter sorpresivo.
El barrio San Bernardo se ha convertido en un punto caliente de enfrentamientos entre organizaciones criminales, que luchan por el control de las rutas del narcotráfico. Las autoridades aseguran que, además de los operativos policiales, también se están implementando medidas para intensificar la seguridad en la zona y prevenir nuevos ataques.
Sin embargo, la comunidad sigue sintiendo el miedo de vivir en una zona donde las balas y las explosiones son parte del paisaje cotidiano. Los residentes claman por más protección y por una solución definitiva a la violencia desatada por los grupos armados ilegales.
