La agenda incluye la ‘Ruta de la fe’ y otras experiencias turísticas.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Más que un periodo de reflexión, la Semana Santa en el Atlántico es una oportunidad para descubrir la riqueza cultural, natural y gastronómica del departamento. Con una propuesta turística que combina tradición y modernidad, invita desde ya a propios y visitantes a vivir experiencias únicas, donde la espiritualidad se une con el mar, la historia y la biodiversidad.
En el marco de esta celebración religiosa, la Ruta de la Fe se ha consolidado como un recorrido que conecta a más de 150 parroquias, permitiendo a los fieles participar en procesiones, actos litúrgicos y eventos culturales de profundo significado.
Desde la emblemática Procesión de Jesús del Triunfo en Sabanalarga hasta los solemnes viacrucis en Usiacurí y Soledad, cada municipio ofrece una forma única de vivir la Semana Mayor.
“El turismo en el Atlántico es mucho más que un motor económico; es la expresión de nuestra identidad y el reflejo de una visión de futuro”, destaca el gobernador Eduardo Verano, resaltando cómo la inversión en infraestructura y la promoción de las tradiciones han permitido posicionar al departamento como un destino de talla mundial.
Además de las ceremonias religiosas, la Ruta de la Fe integra actividades que enriquecen la experiencia de los visitantes, como las representaciones teatrales de la Pasión de Cristo, conciertos de música sacra y exposiciones de arte religioso en distintos templos y espacios culturales.




Más allá de la fe
Además de la riqueza espiritual del departamento, el Atlántico ofrece paisajes que invitan al descanso y la aventura, no solo en la Semana Mayor, sino durante los 365 días del año. Las playas del Country en Puerto Colombia, Santa Verónica y Punta Astilleros son solo algunos de los destinos donde el mar Caribe se convierte en el escenario perfecto para disfrutar del sol y la brisa.
Para los amantes de los deportes acuáticos, Náutica Salinas del Rey, en Tubará, es el epicentro del windsurf, kitesurf y paddle surf, atrayendo a deportistas de todo el mundo.
Y es que el departamento también es un paraíso para los amantes del ecoturismo. Con más de 10.300 hectáreas de bosque seco tropical, la región alberga una biodiversidad única, donde especies como el mono tití cabeciblanco encuentran refugio.
Entre los destinos naturales imperdibles para visitar se destacan: el Chorro de San Luis en Tubará; Reserva Natural de Luriza en Usiacurí; Parque Nacional Isla Salamanca; Reserva Natural Los Charcones en Piojó y el Petroglifo Mokaná ubicado en Juan de Acosta.
¡A deleitar el paladar!
Degustar los sabores locales es otro de los grandes deleites, especialmente cuando se realiza en el centro gastronómico internacional ‘Muelle 1888’. Los corredores gastronómicos del departamento son otras de las alternativa con mucho sabor, ubicados por estos días en los municipios de Baranoa, Luruaco y Ponedera donde las recetas tradicionales se fusionan con propuestas innovadoras.
Tradición y cultura en Semana Santa
Hay que destacar que las celebraciones religiosas de la Semana Santa en el Atlántico se viven con un profundo sentido de comunidad. Estas se entrelazan con espacios culturales, donde escenificaciones, vigilias y celebraciones eucarísticas se presentan en escenarios que realzan la historia y tradición del departamento al crear un ambiente de profundo significado y pertenencia.
La agenda arranca el Domingo de Ramos con la emblemática procesión de Jesús del Triunfo en Sabanalarga y una solemne eucaristía en la plaza principal. El Jueves Santo da paso al triduo pascual a través de la misa vespertina de la Cena del Señor, en la que se rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
El Viernes Santo llega con los tradicionales viacrucis en diferentes municipios, destacándose las celebraciones en Usiacurí y Sabanalarga; para el sábado, vivir la vigilia pascual y preparar sus corazones hacia la gran celebración dominical.
Finalmente, el domingo se da la resurrección del Señor y la Pascua, mientras en Soledad y Puerto Colombia se programan eventos especiales como el Santo Viacrucis, la celebración de la pasión y la adoración de la Santa Cruz, acompañados por el emotivo sermón de las siete palabras.
Ya sea recorriendo la Ruta de la Fe, explorando las playas y reservas naturales o disfrutando de la gastronomía local, cada visitante tiene la oportunidad de conectar con la esencia de un territorio que se reinventa y se fortalece como epicentro turístico.
“Invitamos a todos a ser parte de esta experiencia única, donde la Ruta de la Fe y los destinos turísticos del Atlántico se unen para transformar la Semana Santa en una celebración de tradición, innovación y pasión por el descubrimiento”, manifestó la secretaria de Desarrollo Económico, Marisabella Romero.