La crisis humanitaria provocada por la violencia alcanza niveles alarmantes, con desplazamientos masivos, confinamientos y restricciones a la movilidad.
En los primeros dos meses de 2025, Colombia ha registrado un alarmante aumento de la violencia, con un total de 695.000 personas afectadas por desplazamientos masivos, confinamientos, restricciones a la movilidad y desastres naturales, según informó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El informe del organismo destaca que en este corto periodo se superó el total de desplazados en eventos masivos de todo 2024, lo que representa un incremento del 462% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Según OCHA, las cifras desglosadas son las siguientes:
- 55.200 personas desplazadas en eventos masivos.
- 80.200 personas desplazadas de manera individual.
- 27.900 personas en situación de confinamiento.
- 140.700 personas afectadas por desastres naturales.
El Catatumbo, epicentro de la crisis humanitaria
Uno de los focos más críticos de esta crisis se encuentra en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, donde la guerra entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las FARC ha dejado 80.000 personas afectadas en zonas rurales.
Los municipios más golpeados son San Calixto, El Tarra, Hacarí, Teorama y Tibú, donde se reportan:
- 51.888 víctimas de desplazamiento forzado.
- 8.668 personas en confinamiento.
- 20.297 personas con restricciones a la movilidad.
- 12.107 ciudadanos sin acceso a bienes esenciales.
El informe de OCHA alerta que esta situación representa «la mayor crisis humanitaria en la región en al menos tres décadas», con al menos 4.400 refugiados y migrantes afectados, además de 80 civiles asesinados, incluidos líderes sociales y seis excombatientes de las FARC-EP.
Violencia en otras regiones del país
Aunque el Catatumbo es el caso más grave, OCHA también reporta crisis humanitarias en Chocó, Cauca, Antioquia, Bolívar, Arauca y Córdoba, donde operan grupos criminales y guerrilleros.
Ante esta escalada de violencia, OCHA insta al gobierno colombiano a tomar «medidas urgentes de atención y protección», así como a implementar estrategias de prevención y mitigación ante posibles emergencias a corto plazo.
Y.A.