[EDITORIAL] Alarma por racionamientos de energía

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Hoy traemos a colación el acertado concepto emitido recientemente por el doctor Amilkar Acosta Medina,  exministro de Minas y Energía, quien manifiesta que “el Sistema Interconectado Nacional sigue en alto grado de estrés, debido a que la demanda de energía crece a un ritmo muy superior a la oferta”, al tiempo que expresa que el margen de maniobra es muy estrecho, de lo cual se colige que cualquier contingencia que se presente pone en riesgo la firmeza y la confiabilidad en la prestación del servicio de energía en Colombia y que el descenso continuado en el nivel de los embalses que nutren a las hidroeléctricas existentes, entre las cuales la que nos transporta la energía a nuestra región Caribe y que se constituyen en la columna vertebral del sistema interconectado de la Región Caribe, podrían tener inconvenientes que se traduzcan en un racionamiento que traerá graves consecuencias para el normal desarrollo de los diversos renglones de nuestra economía.

Lo que se vislumbra es que Colombia enfrenta un riesgo de apagón debido a la tan mencionada crisis energética, como también por el fenómeno climático que se espera, por tal razón, el país y especialmente la Costa, se encuentran en un estado de alerta ante la latente posibilidad de un apagón generalizado –ojalá que no–.

A la permanente calamidad que genera en la región Caribe el alto costo de las tarifas de la energía, ahora se vislumbra lo que se podría catalogar como otra tragedia más, consistente en la posibilidad que se presenten en un futuro no muy lejano, grandes racionamientos; este es un tema que se ha venido dilucidando en los últimos días por parte de los expertos en este tópico, quienes desde ya están  advirtiendo la posibilidad de una disminución considerable en el nivel de los embalses que son los que abastecen a las hidroeléctricas existentes en Colombia y que se constituyen en la base fundamental del sistema eléctrico de nuestra costa Caribe.

Hay quienes conceptúan que aún hay tiempo para actuar, aunque es evidente que el margen de maniobra es menor  cada día que pasa, por lo que resulta de suma urgencia que se tomen desde ya las medidas precautelativas que la situación amerita, teniendo en cuenta la probabilidad de que Colombia enfrente un racionamiento eléctrico en un corto tiempo.

Ante esta circunstancia Colombia podría enfrentar una crisis energética, tal como se viene anunciando desde meses atrás;  las tarifas de la energía eléctrica se podrían incrementar –aún más– entre el 15% y un 20%,  teniendo en cuenta que la Creg no está ejerciendo la función de regular los  precios como debe ser.

Indiscutiblemente Colombia enfrenta un peligroso riesgo de apagón debido a la tan mencionada crisis energética, como también por el tan mencionado últimamente fenómeno de El Niño, motivo por el cual los colombianos en general nos   encontramos en un estado de alerta permanente, a la espera de las decisiones y medidas que ha de tomar el Gobierno Nacional.

Como lo hemos venido comentando en este espacio editorial, la grave situación de las altas tarifas en nuestra región surge a raíz de los problemas que enfrenta la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), institución que tiene la tarea de controlar el mercado energético nacional.

Está establecido –sin lugar a dudas– que  el principal riesgo proviene del incremento de las tarifas eléctricas y la deficiencia en la generación de electricidad, agravado por los efectos del mencionado fenómeno climático, por tal razón hay que tener mucha precaución a futuro.