El 25 de julio de 2018 , Barranquilla fue testigo de un crimen atroz que– El 25 de julio de 2018, Barranquilla fue testigo de un crimen atroz que se estremeció a la ciudad y que sigue marcando la memoria colectiva: el feminicidio de Brenda Pájaro , una mujer de 43 años y madre cabeza de familia, quien fue brutalmente asesinada por Tomás Manuel Maldonado Cera , un hombre que pertenecía a una secta satánica y que se hacía llamar ‘El Satánico’.
Brenda, madre de cuatro hijos, vivió momentos difíciles a lo largo de su vida, incluyendo una profunda depresión tras el término de su matrimonio. A pesar de todo, luchaba con ahínco por sacar adelante a su familia. Aquel 25 de julio, tras un día común en el que se entregó un pedido y pasó un rato con una amiga, Brenda desapareció sin dejar rastro, generando alarma y angustia en su familia.

La desaparición y la búsqueda de Brenda.
Durante 12 horas, su familia no tuvo noticias de ella. Su hija mayor, Gisela Durán , junto con su hermana, iniciaron la búsqueda. Tras varias horas de incertidumbre y sin respuestas, comenzaron a repartir volantes, aunque las pistas siempre eran falsas. Fue hasta tres días después que el Gaula de la Policía del Atlántico tomó el caso , iniciando una investigación exhaustiva . En ese momento , la hipótesisTomó el caso, iniciando una investigación exhaustiva. En ese momento, la hipótesis más fuerte era que Brenda había sido víctima de un abuso sexual, ya que el modus operandi de casos similares indicaba la posible presencia de escopolamina.
El descubrimiento del cuerpo y la confirmación del horror.
Pasaron varios días hasta que el 28 de agosto de 2018, tras una intensa búsqueda, el cuerpo de Brenda fue encontrado en una zona boscosa en el sector de Miramar , al norte de Barranquilla. La escena era espeluznante: su cuerpo semidesnudo, con signos de violencia, una piedra en la cabeza y lesiones en su cuello y manos. Todo parecía indicar que Brenda había sido víctima de un feminicidio brutal. La policía, tras un exhaustivo trabajo de campo y análisis de cámaras de seguridad, pudo rastrear a Tomás Manuel Maldonado Cera , un hombre con quien Brenda había tenido contacto cercano.
Un asesino vinculado a una secta satánica
Maldonado, quien fue arrestado el 18 de febrero de 2019, se había vinculado a una secta satánica y había cometido varios feminicidios similares en Barranquilla, marcando a sus víctimas con símbolos de rituales satánicos, lo que lo convirtió en un verdadero terror para las mujeres de la ciudad. Se descubrió que Maldonado y Brenda tenían una relación amorosa, aunque esto se desarrollaba en el contexto de amenazas y control por parte del agresor. Según la hija de Brenda, Linda Durán , el modus operandi de Maldonado incluía mutilar a sus víctimas, marcándolas con figuras en su rostro y mutilaciones en los dedos, lo que generó aún más horror cuando se conocieron los detalles del caso.

Justicia tardía: 46 años de prisión para ‘El Satánico’
El juicio contra Tomás Maldonado sufrió varios retrasos debido a la pandemia, pero finalmente, en agosto de 2023, el Juzgado Penal del Circuito dictó sentencia . Maldonado fue condenado a 46 años de prisión por feminicidio agravadodictó sentencia. Maldonado fue condenado a 46 años de prisión por feminicidio agravado y acceso carnal violento. La Fiscalía también reveló que este hombre tenía al menos ocho casos previos de feminicidio, y otros seis casos que se encuentran en investigación.
La triste realidad del feminicidio en el Caribe
El caso de Brenda Pájaro pone de manifiesto no solo la barbarie de un individuo, sino también la alarmante realidad del feminicidio en el Caribe colombiano. En 2023, la región reportó más de 35 feminicidios , una cifra que sigue creciendo a medida que persiste la violencia y la impunidad.
La memoria de Brenda sigue viva, no solo en su familia, sino en todas las mujeres que luchan contra la violencia de género en Colombia. La justicia, aunque lenta, se ha hecho presente, pero la sociedad sigue enfrentando el reto de erradicar la violencia machista que sigue arrebatando vidas.
El feminicidio de Brenda es un recordatorio brutal de la necesidad urgente de seguir luchando por la equidad de género, la justicia y la protección de los derechos de las mujeres, para que nunca más haya una Brenda Pájaro.