El Gobierno de Petro lucha por el primer ‘sí’ en el Senado para la consulta popular: ¿Le alcanzarán los votos?

El camino hacia la consulta popular que el Gobierno de Gustavo Petro quiere convocar sigue siendo incierto, ya que la administración aún no tiene asegurado el primer obstáculo en su ruta: el aval del Senado. Aunque el presidente sigue empujando sus reformas, como la de salud, su gran prioridad ahora se centra en sacar adelante esta consulta que busca darle un impulso a sus proyectos, especialmente en un contexto de tensiones políticas y divisiones dentro del Congreso.

Para que la consulta sea una realidad, el Gobierno necesita que 53 de los 105 senadores del país aprueben el proceso. Sin embargo, según las primeras cuentas, solo contaría con 36 votos fijos, lo que deja al Ejecutivo a una distancia significativa de conseguir la mayoría necesaria para avanzar en su iniciativa.

El papel del Senado en la consulta popular

El Senado es el primer escenario donde el Gobierno deberá ganar el apoyo político para materializar su propuesta. En el marco de la reforma a la salud y otros proyectos claves, la consulta se presenta como una herramienta para movilizar a la ciudadanía y darle legitimidad a sus políticas. Sin embargo, la falta de consenso entre las distintas bancadas y la falta de acuerdos con varios sectores políticos está poniendo en jaque este objetivo.

Aunque algunos senadores cercanos al oficialismo han expresado su apoyo, la división dentro del Congreso se mantiene, lo que dificulta alcanzar los votos necesarios. Varios senadores de la oposición, así como algunos del propio partido de Petro, se muestran reacios a apoyar esta consulta, argumentando que la herramienta podría diluir el poder del Congreso y restarle protagonismo a las discusiones legislativas.

¿Por qué es tan crucial esta consulta para Petro?

El presidente Petro ha dejado claro que esta consulta popular no solo tiene como objetivo recaudar el apoyo popular para su agenda, sino que también serviría como una válvula de escape en caso de que las reformas y leyes propuestas enfrenten obstáculos en el Congreso. La consulta popular, en este sentido, se presenta como un mecanismo de presión para movilizar a la sociedad y crear un respaldo masivo a su gobierno.

En la práctica, Petro necesita ganar esta primera batalla en el Senado para dar un golpe de timón a su gobierno, especialmente en un momento en el que sus reformas enfrentan obstáculos y la relación con algunos sectores políticos se ha deteriorado. La consulta se ha convertido en una de las prioridades de su agenda, con la esperanza de que el respaldo ciudadano le permita avanzar en temas clave como la reforma laboral, la reforma agraria y, por supuesto, la de salud.

La oposición y sus críticas al proceso

La oposición, por su parte, no ha dejado de cuestionar el llamado a la consulta popular. Senadores de partidos como el Centro Democrático, la U y Cambio Radical consideran que el Ejecutivo está intentando saltarse el Congreso al buscar la aprobación directa del pueblo. Para muchos, esto representa un atentado contra la autonomía del Legislativo, y aseguran que no hay necesidad de una consulta popular para respaldar las reformas, dado que ya existe un proceso democrático a través del Congreso.

Sin embargo, el presidente Petro insiste en que la consulta es un instrumento legítimo dentro de la Constitución para que los ciudadanos puedan expresar su opinión directamente sobre asuntos cruciales. Según algunos analistas, este movimiento también podría estar relacionado con la presión de sus bases populares, que exigen cambios inmediatos en áreas como la salud y la educación.

La estrategia del Gobierno: Aumentar los apoyos

Con el conteo de votos aún en el aire, la estrategia del Gobierno parece clara: aumentar sus apoyos en el Senado. Aunque no todos los senadores de la coalición gubernamental se alinean con la propuesta, Petro está buscando alianzas tácticas con sectores clave de la política colombiana. Para ello, el Gobierno está ofreciendo espacio para el debate y negociaciones sobre el contenido de la consulta, intentando ganar el respaldo de los senadores moderados que aún no se han definido.

El juego de alianzas será fundamental en los próximos días. Si el Gobierno logra convencer a más senadores y obtener los 53 votos necesarios, podría convocar la consulta popular, lo que no solo representaría un avance para Petro, sino también un refuerzo simbólico de su agenda.

¿Le alcanzarán los votos?

Las cuentas son claras, pero el escenario sigue siendo volátil. 36 votos asegurados es un punto de partida, pero aún falta mucho camino por recorrer. El Gobierno tiene frente a sí un escenario complicado, pero la consulta sigue siendo una de las principales apuestas del Ejecutivo para impulsar su agenda. Los próximos días serán claves para definir si el presidente logra reunir los votos necesarios o si, por el contrario, se ve forzado a ajustar su estrategia política para sortear las dificultades del Congreso.

Así, la batalla por la consulta popular será una de las pruebas de fuego para el Gobierno de Gustavo Petro, que tendrá que luchar no solo con la oposición, sino también dentro de sus propias filas para materializar su propósito.