La Superintendencia Nacional de Salud ha revelado los resultados de una auditoría espejo realizada a Audifarma, en la que se identificó que varios medicamentos, necesarios para el tratamiento de diversas enfermedades, estaban disponibles en su centro de distribución pero figuraban como pendientes en los puntos de dispensación.
Ante esto, surge un cuestionamiento clave: ¿Desde cuándo estaban estos medicamentos almacenados y por qué no se habían entregado oportunamente a los pacientes que los necesitan?
Durante la auditoría realizada el pasado 21 de marzo en la sede de Audifarma ubicada en Funza, Cundinamarca, y en un punto de dispensación en Bogotá, se encontró que siete de los 22 medicamentos seleccionados estaban en inventario en bodega, pero no habían sido entregados a los pacientes.
Entre estos fármacos se encuentran tratamientos para la hipertensión, diabetes, convulsiones y enfermedades cardiovasculares, como atorvastatina, levotiroxina sódica, carvedilol, pregabalina, empagliflozina/metformina, tacrolimus e insulina glargina.



La Supersalud ordenó la entrega inmediata de estos medicamentos con un plazo máximo de 24 horas, señalando que no es admisible que, existiendo inventario, los pacientes continúen sin recibirlos.
Además, el superintendente Giovanny Rubiano García enfatizó que la salud es un derecho fundamental y que ningún gestor farmacéutico puede retener, fraccionar o demorar la entrega de medicamentos contratados por una EPS.
Ahora, la pregunta sigue en el aire: Audifarma debe responder cuánto tiempo llevaban estos medicamentos en bodega y por qué no fueron entregados antes. La falta de explicaciones claras genera preocupación sobre la transparencia en la gestión de la distribución de medicamentos y su impacto en la salud de los pacientes.
Y.A.