El presidente Gustavo Petro ha expresado su preocupación por la actual crisis en el suministro de medicamentos en Colombia, señalando que la situación es «muy grave y criminal». Según el mandatario, existen indicios de que algunas entidades estarían reteniendo medicamentos esenciales, afectando directamente a miles de pacientes en el país.
En un reciente pronunciamiento, Petro afirmó que no se trata solo de un problema de desabastecimiento, sino de posibles maniobras que perjudican a la población. “Si hay intereses que buscan lucrarse con la salud o presionar decisiones políticas a costa del bienestar de la gente, eso debe ser investigado y castigado”, aseguró.
La escasez de medicamentos ha generado malestar en diferentes regiones, donde pacientes con enfermedades crónicas han denunciado la falta de insumos vitales. Mientras tanto, el Gobierno ha solicitado a la Fiscalía y a los organismos de control que adelanten investigaciones para determinar si hay responsabilidad de algunas empresas del sector salud en esta crisis.
Diversos actores han reaccionado a estas declaraciones. Mientras que algunas EPS y farmacéuticas argumentan que la crisis se debe a problemas financieros y de logística, sectores gubernamentales insisten en que podría haber un intento de boicot al sistema de salud.
Con este panorama, la discusión sobre la reforma a la salud impulsada por el Gobierno se intensifica, mientras los ciudadanos exigen soluciones urgentes para garantizar el acceso oportuno a sus tratamientos.