El mal tiempo sorprendió a turistas extranjeros en la costa de Cartagena, pero las autoridades locales reaccionaron a tiempo para evitar tragedias.
En un episodio que bien podría haber sido el guion de una película de suspenso, un paseo turístico por la costa cartagenera se transformó en una verdadera aventura para 40 personas, la mayoría turistas extranjeros, quienes vivieron un tenso momento cuando una lancha que los transportaba volcó en las aguas de Punta Gigante, en la Isla Barú.
La embarcación, que trasladaba a 38 turistas del AIDAbella, el famoso crucero, comenzó su recorrido desde Barú con destino a la ciudad de Cartagena, sin saber que las fuertes ráfagas de viento y las condiciones meteomarinas complicarían el panorama. A bordo, los turistas alemanes, austriacos y colombianos disfrutaban del paisaje cuando la naturaleza decidió mostrar su lado más impredecible.
«Todo parece indicar que el vuelco fue consecuencia de las condiciones adversas del clima, que están bastante intensas estos días. Afortunadamente, las unidades de Guardacostas, junto con otras embarcaciones cercanas, reaccionaron con rapidez y realizaron un rescate exitoso«, explicó el Capitán de Fragata Felipe Portilla, comandante de los Guardacostas de Cartagena, en entrevista con un medio de comunicación nacional.
En cuestión de minutos, los rescates fueron realizados sin mayores contratiempos, y todos los ocupantes de la lancha fueron trasladados a un puerto cercano para recibir atención médica preventiva. Por fortuna, ni los turistas ni los tripulantes resultaron heridos.
Las autoridades, siempre vigilantes, hicieron un llamado a la prudencia. «Es esencial que los capitanes de las embarcaciones estén al tanto de las condiciones meteorológicas y respeten las señales de alerta», agregó Portilla, subrayando la importancia de comunicarse con las autoridades en caso de emergencia.
Por su parte, la secretaria de Turismo de Cartagena, Teresa Margarita Londoño Zurek, destacó que la acción de las autoridades fue crucial para la seguridad de los turistas. «Estas personas están a salvo gracias a la rápida acción de los Guardacostas y las embarcaciones cercanas», comentó con tranquilidad.
Este incidente deja claro que la seguridad en las embarcaciones es más importante que nunca, especialmente cuando las condiciones del tiempo son impredecibles. Las autoridades recuerdan a los turistas y tripulantes que, en tiempos de condiciones meteorológicas complicadas, la prudencia es el mejor compañero de viaje.
Y.A.
