Un grupo de voluntarios en Toulouse, Francia, se encuentra participando en un insólito experimento llamado ‘Vivaldi III’, que tiene como objetivo estudiar los efectos de la microgravedad sobre el cuerpo humano, en el marco de los vuelos espaciales. La investigación, que comenzó el mes pasado, se realiza en una clínica especializada y durará 21 días, durante los cuales los participantes deberán permanecer en posiciones especiales para simular las condiciones que viven los astronautas.
El experimento involucra a 20 personas, quienes son divididas en dos grupos: la mitad de los participantes se someterán a un procedimiento de inmersión en seco, mientras que la otra mitad se acostará en camas de agua con la cabeza inclinada hacia abajo. Esta disposición busca recrear la sensación de flotar en el espacio sin gravedad, un fenómeno conocido como microgravedad.
La inmersión en seco, una técnica clave en este estudio, mantiene a los voluntarios suspendidos en contenedores sin ningún apoyo físico, simulando el entorno de los astronautas en el espacio. Los participantes son colocados con una almohada en el cuello, y en caso de que necesiten hacer sus necesidades, son trasladados en camilla. La actividad diaria de los participantes se limita estrictamente a estar acostados, sin poder levantarse ni para ir al baño, lo que aumenta la complejidad del experimento.
Según Ann-Kathrin Vlacil, experta en exploración humana de la Agencia Espacial Europea (ESA), el propósito principal de la investigación es comprender cómo mitigar los efectos adversos que los vuelos espaciales pueden tener sobre el cuerpo humano. “Este tipo de estudios son fundamentales para asegurar que los astronautas puedan mantenerse saludables durante misiones largas en el espacio”, explicó Vlacil.
El procedimiento de inmersión en seco utiliza contenedores similares a bañeras cubiertas con una tela impermeable que mantiene a los voluntarios secos, mientras los somete a la sensación de estar suspendidos en agua. Aunque los participantes pueden mantenerse en contacto con el mundo exterior mediante llamadas y videollamadas, no pueden recibir visitas ni contacto físico, lo que agrega un elemento aislante al estudio.
Este innovador estudio tiene como fin obtener información crucial para las futuras misiones espaciales y, en última instancia, contribuir a mejorar la salud de los astronautas en entornos de microgravedad.