El escolta que presentó la denuncia contra la congresista María Fernanda Carrascal, fue despedido tras revelar irregularidades en el uso del vehículo blindado proporcionado por el Congreso.
Una controversia ha envuelto a la representante a la Cámara María Fernanda Carrascal, luego de que uno de sus escoltas acusara a la congresista de hacer un uso indebido de su vehículo oficial. El incidente fue reportado por Julio César Carvajal Lara, quien trabajaba para la Unión Temporal Andina y estaba asignado a la seguridad de Carrascal.
Según los reportes divulgados por la revista Cambio, el escolta presentó quejas formales detallando varios problemas con la camioneta blindada proporcionada por el Congreso. El 26 de enero, durante una inspección rutinaria, Carvajal notó que la llanta de repuesto del vehículo no estaba presente, lo que le llevó a comunicar la situación a la congresista. La respuesta de Carrascal fue que discutirían el asunto en una reunión en Bucaramanga.
Durante esa reunión, el escolta reveló que el hermano de la congresista había utilizado el vehículo durante los días previos, lo que desató un enfrentamiento verbal entre ambos. En su carta, el escolta también denunció que la camioneta fue usada para realizar un trasteo de objetos personales, lo cual está prohibido por el decreto 1066 de 2015, que prohíbe el uso de vehículos asignados a esquemas de seguridad para fines personales.
Como evidencia, el escolta presentó fotografías que muestran cajas y una mesa de planchar dentro del vehículo. Sin embargo, después de presentar las denuncias, Carvajal fue despedido de sus funciones, aunque aún no se sabe si esto está relacionado directamente con las acusaciones.
El caso ha generado una discusión sobre las irregularidades dentro de la Unión Nacional de Protección (UNP). Giovanny Gallo, presidente de Analtraseg, señaló que muchos congresistas solicitan cambios de escoltas cuando estos se niegan a realizar tareas ajenas a su función de protección.
Por su parte, Carrascal defendió su decisión de cambiar de escolta, argumentando que es un derecho de cualquier persona protegida. Aceptó que su hermano había utilizado el vehículo para el trasteo de pertenencias personales, pero aclaró que el escolta estuvo al tanto de la actividad y que el vehículo fue conducido por él.
“El traslado de estas pertenencias no se hizo en más de dos viajes, uno de ellos conducido por la persona del esquema en mención”, explicó la congresista en una entrevista a Infobae Colombia. Además, Carrascal señaló que el escolta había incurrido en fallas, como conducir el vehículo con el Soat vencido y no revisar adecuadamente el estado del mismo antes de su uso.
El escándalo sigue generando reacciones dentro de los círculos políticos y de seguridad, dejando al descubierto la tensa relación entre los escoltas y los congresistas.
Y.A.