Un nuevo episodio de violencia empañó el fútbol colombiano en el Estadio Sierra Nevada de Santa Marta. A falta de dos minutos para el final del partido entre Unión Magdalena y Boyacá Chicó, un grupo de barristas del equipo local invadió la cancha y atacó a los jugadores visitantes.
Las imágenes del incidente, difundidas en redes sociales, muestran momentos de caos en el terreno de juego, con futbolistas intentando resguardarse de los agresores. El árbitro del encuentro se vio obligado a suspender el partido ante la gravedad de los hechos.
Las autoridades locales y la Dimayor han condenado enérgicamente este acto violento y anunciaron la apertura de una investigación para identificar a los responsables. No se descartan sanciones para el club Unión Magdalena, que podría enfrentar medidas disciplinarias severas.
Este lamentable suceso reabre el debate sobre la seguridad en los estadios colombianos y la necesidad de un control más estricto sobre las barras bravas, cuya violencia sigue afectando el espectáculo y poniendo en riesgo a jugadores y aficionados.












