Barranquilla se encuentra en vilo tras conocerse la delicada situación de salud de Libardo Luna, un personaje emblemático del Carnaval de Barranquilla, reconocido por encarnar el disfraz de «Mario Baracus» y haber sido Rey Momo del Carnaval de la 44.
El pasado fin de semana, Luna participó activamente en los desfiles del Carnaval, primero en la Calle 44 y luego en la Gran Parada de la Vía 40. Sin embargo, este domingo 16 de marzo, mientras realizaba diligencias, sufrió una repentina caída en la vía pública. Al intentar reincorporarse, volvió a desplomarse, lo que generó la preocupación de vecinos y compañeros del Carnaval, quienes lo trasladaron de inmediato al Centro de Atención Médica Camino Simón Bolívar.
Tras ser valorado por los médicos, se determinó que Luna había sufrido una afección cardiovascular, lo que llevó a su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Barranquilla. Según los reportes médicos, su condición requiere una intervención quirúrgica de urgencia.
La comunidad carnavalera, amigos y familiares han iniciado cadenas de oración para su pronta recuperación, destacando su papel fundamental en la preservación y el enriquecimiento de la tradición barranquillera.
A raíz de este incidente, diversas voces dentro de la comunidad han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de mejoras en la infraestructura y organización del Carnaval de Barranquilla. Entre las peticiones más urgentes están:
- La construcción de un Cumbiódromo en el predio del Batallón Paraíso, que permitiría un mejor desarrollo de los desfiles y mayor seguridad para los participantes.
- El ajuste en los horarios de los eventos de la Vía 40, proponiendo que se realicen al estilo de los desfiles nocturnos de La Guacherna y del Carnaval Gay, en un horario de 5:00 p.m. a 9:00 p.m.
El director de CORACARNAVAL, León Martínez Arrieta, ha reiterado la importancia de estas modificaciones para garantizar el bienestar de los hacedores y espectadores del Carnaval, asegurando que eventos de esta magnitud requieren espacios adecuados y una mejor planificación.
Por ahora, Barranquilla permanece atenta a la evolución del estado de Libardo Luna, esperando noticias alentadoras sobre su recuperación.