La imposición de una ley seca en Valledupar con motivo de la visita del presidente Gustavo Petro ha generado descontento entre los comerciantes del sector nocturno. La medida, que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas por más de 24 horas, fue anunciada sin previo aviso, afectando la operatividad de bares y restaurantes.
Para los dueños de establecimientos nocturnos, la restricción representa pérdidas económicas significativas, ya que la actividad comercial en la ciudad depende en gran parte del turismo y el entretenimiento. Camilo Ospina, representante de Asobares en Cesar, manifestó su inconformidad y cuestionó la efectividad de la norma. «Estas decisiones se toman sin medir su impacto real. No hay evidencia de que una ley seca contribuya a mejorar la seguridad», afirmó.
*PIDEN MAYOR DIÁLOGO CON LAS AUTORIDADES*
El gremio insiste en que este tipo de restricciones deben ser consultadas previamente con los sectores afectados. Jorge Cerchiaro, presidente de Asobares Cesar, hizo un llamado a las autoridades para establecer mesas de trabajo que permitan concertar medidas de seguridad sin afectar la economía local.
«Necesitamos que las decisiones sean producto de un trabajo articulado. No podemos seguir enfrentando restricciones sin planificación ni estrategias que realmente beneficien a la comunidad», declaró Cerchiaro.
Los comerciantes de Valledupar esperan que en futuras ocasiones haya una mayor coordinación para evitar afectaciones innecesarias al sector productivo, asegurando que la seguridad y la actividad comercial puedan coexistir sin perjudicarse mutuamente.