La institución asegura que el proceso electoral es democrático y sin injerencias.
La Universidad Libre ha salido al paso de recientes denuncias que acusan a altos funcionarios administrativos de influir en las elecciones de representantes estudiantiles de su Seccional Barranquilla . Mientras algunos sectores estudiantiles han expresado inquietudes sobre presuntas maniobras por parte del secretario de la Facultad de Derecho y los decanos de Ingeniería y Ciencias Económicas, Administrativas y Contables, las directivas de la universidad han rechazado categóricamente tales afirmaciones y reiterado la transparencia del proceso electoral.
En entrevista con el diario La Libertad, Luis Fernando Useche, secretario general de la Universidad Libre, defendió la integridad del sistema electoral de la institución, calificándolo como amplio y garantista. «Contamos con un proceso que recibe, analiza y toma decisiones sobre cualquier queja que pueda surgir. Hasta el momento, no hemos recibido denuncias concretas con pruebas sustanciales que indiquen una falta real en el proceso», señaló.
Useche enfatizó que las elecciones estudiantiles en la Universidad Libre son supervisadas a nivel nacional por órganos de gobierno superiores, lo que refuerza su credibilidad. «El órgano máximo de gobierno de la universidad, la conciliatura, garantiza que cualquier estudiante, sin importar de qué seccional provenga, pueda participar y ser elegido. Esto impide que haya sesgos o favoritismos dentro del proceso», explicó el secretario general.
Sobre las denuncias recientes, Useche restó importancia a algunas quejas, destacando casos en los que las acusaciones carecían de sustento. «Por ejemplo, esta mañana una estudiante presentó una queja porque un candidato regaló dulces a los votantes. Alegó que eso influía en el resultado, lo cual no representa una irregularidad», comentó.
A pesar de estas declaraciones, algunos estudiantes insisten en que el proceso electoral debería ser revisado con mayor rigor para disipar cualquier sospecha de intervención externa. Alegan que, aunque no existan pruebas contundentes, la percepción de posible influencia en los resultados afecta la confianza en la democracia interna de la institución.