Los gánsteres venezolanos

Por MAURICIO BOTERO C.

En su red social Truth Social, el presidente Trump escribió: “Por la presente estamos revirtiendo las concesiones que el corrupto Joe Biden le dio a Nicolás Maduro, de Venezuela, sobre el acuerdo de transacción de petróleo.” Trump también acusó al gobierno del gánster Nicolás Maduro de no cumplir con las condiciones democráticas para las elecciones presidenciales celebradas en julio del año pasado, “así como de no actuar con la suficiente rapidez para transportar de regreso a Venezuela a los inmigrantes programados para deportación.” No comulgo con la afirmación que Joe Biden es “corrupto”, más no pongo las manos en el fuego en relación con otros funcionarios. El gobierno de Biden, bajo la presión de centenares de cabilderos y de simpatizantes del repugnante régimen de Nicolás Maduro, le permitió a Venezuela, con la ayuda de la petrolera Chevron, aumentar en cerca de 250.000 barriles diarios su producción de petróleo lo que a su vez significó que entraran alrededor de 4.000 millones de dólares adicionales a las arcas de este régimen mafioso, fondos que como bien afirma María Corina Machado, Maduro y Diosdado han utilizado para “la represión, persecución y corrupción.”

El principal interesado en tener buenas relaciones con el régimen corrupto de Maduro es la petrolera Chevron. Pero la realidad es que para esa empresa sus actividades en Venezuela son relativamente insignificantes. Las operaciones de Chevron, aunque relevantes para Venezuela, representan una fracción relativamente pequeña en el contexto global de la compañía dado que los ingresos totales de Chevron en 2024 fueron de 202.792 millones de dólares. Los negocios de la Chevron en Venezuela aportaron menos del 0,25% de sus ingresos globales. Hoy, en cumplimiento de las sanciones y directrices del gobierno de EE.UU, la Chevron no tiene alternativa diferente de cerrar todas sus operaciones en Venezuela. El impacto económico de dicho cierre para la petrolera es menor y considerablemente más bajo que el costo reputacional para dicha empresa de estar asociada a un régimen de gánsteres. Por otro lado, la empresa podrá poner en la calle a un número plural de lobistas a favor de Maduro que venden sus infames servicios por un puñado de dólares.

Tres otras petroleras europeas siguen operando en Venezuela, de acuerdo al diario El País de España:    •     . La empresa española Repsol que ha incrementado su producción y exportado crudo a España, aprovechando licencias especiales de Estados Unidos. Esta colaboración no solo ayuda a la economía venezolana, sino también a Repsol, que obtiene petróleo a precios más bajos. 

  • La compañía italiana Eni participa en proyectos conjuntos con Pdvsa, como Petrojunín y Petrobicentenario, ambos ubicados en la Faja Petrolífera del Orinoco. Estas asociaciones se centran en la explotación de crudo extrapesado, contribuyendo al desarrollo de uno de los mayores reservorios de petróleo del mundo.
  • . La petrolera francesa Maurel & Prom posee una participación del 40 % en una empresa conjunta con Pdvsa en un yacimiento petrolífero. Recientemente, recibió una licencia específica de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para continuar sus operaciones en el país hasta el 31 de mayo de 2026, lo que le permite seguir explorando y produciendo petróleo en Venezuela.

Al igual que la Chevron todas estas tres empresas tienen que tener en cuenta que estar asociadas a un régimen corrupto a la larga les puede traer bastante más perjuicios que beneficios. Por lo pronto, les deben a las tres revocar de inmediato la licencia otorgada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros. Que los accionistas y directivos de estas empresas escojan: o se alinean exclusivamente es con las democracias de libre empresa que respetan a las leyes y a los derechos humanos de sus ciudadanos; o se alinean es con las dictaduras putrefactas que violan todos los días las leyes y los derechos humanos.