Como se sabe, el carnaval que es un evento folclórico y cultural celebrado en Barranquilla anualmente, cerca de 5 millones de personas, entre visitantes y locales, participan de la fiesta entre el inicio de precarnal y los 4 días propios del magno espectáculo.
28 mil hacedores de 845 grupos folclóricos, participan en los eventos organizados por Carnaval de Barranquilla S.A.S., que hacen parte de los 5.3 millones de espectadores que disfrutaron en el certamen pasado.
Está bien y que no existe duda, que el Carnaval de Barranquilla es un acontecimiento en el que se expresa la variedad cultural y el folclor de la región Caribe de Colombia, así como las más variadas manifestaciones, como la música popular y el baile, que son motivo de carcajada los muchos disfraces que invocan todo tipo de especies animales, nativas y extrañas; negros africanos; cabezones; dementes; muñecas gigantonas, superhéroes, seres mitológicos, que trascienden los límites de la realidad, entre un número casi interminable de invenciones y ocurrencias de los barranquilleros.
Algunos de los disfraces más tradicionales del carnaval de Barranquilla son la marimonda, el garabato, el congo y el monocuco; otros elementos propios del Carnaval de Barranquilla son las máscaras de torito, las letanías, las verbenas, así como los disfraces satíricos y alusivos a sucesos de actualidad que se convierten en motivo de hilaridad colectiva y que causan gran expectativa todos los años.
El nuestro es catalogado como el segundo carnaval más multitudinario del mundo y uno de los más conocidos internacionalmente, después de los que se celebran en Río de Janeiro, Brasil.
Es muy cierto que por su variedad y riqueza cultural, el carnaval de Barranquilla ha obtenido dos importantes reconocimientos: Patrimonio Cultural de la Nación, en declaración otorgada por el Congreso Nacional de Colombia el 26 de noviembre de 2001, y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, concedida por la Unesco en París el 7 de noviembre de 2003.
Hablar que ya se acabó el carnaval, que no hay más conciertos por ahora, que también desapareció la tradicional maicena, las flores, el jolgorio, el brillo y que Barranquilla volvió hoy a la realidad con los grandes problemas que padece, entre los cuales la incertidumbre existente, respecto al manejo de la tasa de seguridad, de la cual seguramente se seguirá haciendo alusión en estos días, la inseguridad reinante que se vive, igualmente el preocupante tema relacionado con la incertidumbre atinente al corredor de Puerto Colombia, que mantiene en expectativa a la ciudadanía barranquillera.
O sea, la trama que envuelve el carnaval en donde todo el mundo se olvidó de los problemas, hoy tiene que despertar de ese sueño y enfrentar la verdadera realidad porque ya pasó la fiesta del dios Momo y comenzó la película real en la cual se plasma la verdad que le corresponde afrontar al Distrito.
Es un capítulo diario que los barranquilleros deberán enfrentar, ya que Barranquilla dejó atrás el jolgorio, el brillo, el ron, el entusiasmo, la alegría de una fiesta popular y colectiva, y hoy miércoles de ceniza despierta con una nueva serie de problemas, con muchos inconvenientes patentizados en una considerable suma de necesidades, que impactan tanto en lo económico como en lo social, lo cual es motivo de expectativa por parte de los barranquilleros, porque ya no estamos en carnaval.