El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, conocido como el «Narco de Narcos», fue extraditado a Estados Unidos el 27 de febrero de 2025, poniendo fin a una persecución de casi 40 años. Considerado uno de los criminales más buscados por la DEA, su captura y traslado marcan un hito en la lucha contra el narcotráfico.
Caro Quintero fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara en la década de 1980, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo. Su organización fue pionera en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, estableciendo rutas para el envío de grandes cantidades de marihuana y cocaína. Su nombre cobró notoriedad internacional tras el asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en 1985, un crimen que desató una crisis diplomática entre México y Estados Unidos.
Tras el brutal asesinato de Camarena y del piloto Alfredo Zavala Avelar, Caro Quintero fue capturado en Costa Rica en 1985 y condenado en México a 40 años de prisión. Sin embargo, en 2013, una polémica decisión judicial permitió su liberación, argumentando fallos en el proceso. Desde entonces, se convirtió en uno de los criminales más buscados por las autoridades estadounidenses, que ofrecían una recompensa de 20 millones de dólares por información que llevara a su recaptura.
En 2022, el narcotraficante fue nuevamente arrestado en México y, tras una serie de procesos legales, finalmente fue extraditado junto con otros 28 miembros de alto nivel del crimen organizado. Al llegar a Estados Unidos, fue presentado ante una corte federal en Nueva York, donde se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico y del asesinato de Camarena. Durante la audiencia, más de 100 agentes de la DEA asistieron como muestra del significado de este caso para la agencia y la familia del agente asesinado.
La extradición de Caro Quintero refuerza la cooperación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y representa un paso clave en la búsqueda de justicia por los crímenes cometidos en las últimas décadas.