Masacre de tres personas en Tibú: Autoridades investigan crimen en zona rural de Norte de Santander

Imagen de referencia.

Las autoridades de Norte de Santander confirmaron la masacre de tres personas en la zona rural de Tibú, en un hecho que ha conmocionado a la comunidad local. Según las primeras versiones, las víctimas fueron asesinadas con arma de fuego y sus cuerpos abandonados a un costado de la vía en el sector de Orú 7, en la carretera que conduce al corregimiento de La Gabarra. Las víctimas portaban prendas alusivas a la guerrilla del ELN, lo que ha generado especulaciones sobre la posible implicación de este grupo armado.

Aunque la información es preliminar, se ha mencionado que las disidencias de las Farc podrían ser las responsables del ataque, una teoría que aún está siendo investigada por las autoridades, que no han podido acceder a la zona debido a la falta de mecanismos de seguridad y las dificultades logísticas en el área. La identificación de las víctimas y las diligencias forenses están pendientes hasta que la situación lo permita.

Édgar Pallarez, diputado de Norte de Santander y exalcalde de Convención, expresó su preocupación sobre la creciente violencia en la región. Pallarez destacó que el conflicto armado entre el ELN y las disidencias de las Farc sigue generando un clima de temor entre las comunidades, afectando la estabilidad social y económica de la zona. “Muertes, desplazamientos y confinamientos continúan, más de 40 días después del inicio de la confrontación, y el Gobierno nacional debe tomar acciones inmediatas para desescalar el conflicto”, afirmó el diputado.

Este nuevo episodio de violencia se suma a un panorama crítico en la región, que desde el inicio de la confrontación entre el ELN y las disidencias de las Farc ha dejado más de 70 personas asesinadas y cerca de 54,000 desplazados. Además, unas 30,000 personas continúan confinadas, viviendo en condiciones de incertidumbre y temor.

La falta de avances en la implementación de canales humanitarios sigue siendo una preocupación central, ya que el conflicto armado ha dificultado los esfuerzos para llevar ayuda a las comunidades afectadas. La situación sigue siendo grave, y las autoridades locales y nacionales se encuentran bajo presión para tomar medidas que permitan reducir la violencia y proporcionar alivio a los afectados.