En medio de un intento de hurto, un ciudadano reaccionó con su arma de fuego y disparó contra dos presuntos ladrones, dejando uno muerto y otro herido en Barranquilla.
Barranquilla enfrenta un creciente problema de inseguridad, y los ciudadanos de la ciudad siguen siendo víctimas de actos violentos que afectan su seguridad. Este jueves 27 de febrero, en la carrera 37 con calle 48, se registró un intento de robo que terminó en una tragedia: un presunto delincuente murió y su cómplice resultó gravemente herido.
Según testigos del lugar, dos hombres se desplazaban en una moto cuando intentaron cometer un atraco en pleno día. La víctima, al verse amenazada, no dudó en defenderse y disparó varias veces contra los delincuentes, hiriendo a uno de ellos de muerte y dejando al otro gravemente herido. Este último fue auxiliado por policías y paramédicos que llegaron rápidamente a la zona del crimen.
Las imágenes del incidente, que circularon en las redes sociales, mostraron cómo la moto en la que se transportaban los ladrones se estrelló contra un taxi. En el video, se observa a uno de los presuntos delincuentes, quien perdió la vida, recostado contra el vehículo de servicio público, mientras que el otro quedó tendido en el suelo, a la espera de ayuda.
Este hecho ha generado gran conmoción en la comunidad, ya que se trata de un claro ejemplo de cómo la criminalidad en Barranquilla sigue cobrando víctimas. Sin embargo, la Policía Metropolitana de Barranquilla aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el caso ni ha ofrecido detalles sobre la identidad de la víctima que disparó contra los delincuentes.
Inseguridad en Barranquilla, el pan de cada día…
Este incidente es solo uno de los muchos que reflejan la creciente inseguridad en Barranquilla, que, al igual que otras ciudades del país, se enfrenta a una situación preocupante en cuanto a delitos violentos. En lo que va del año 2025, Barranquilla ha experimentado un aumento notable en los homicidios. Según cifras publicadas por un diario nacional, enero registró un total de 96 muertes violentas, lo que representa un aumento del 39 % respecto al mismo mes del año anterior.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, que han realizado más de 1.500 detenciones en los primeros meses del año, muchos de estos individuos han sido liberados debido a decisiones judiciales. Según el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Edwin Urrego, un 84 % de los detenidos quedan en libertad, lo que agrava aún más la situación de inseguridad. La falta de penas más estrictas y el aparente desinterés de algunos sectores judiciales en castigar de manera efectiva a los delincuentes generan frustración en la ciudadanía.
En una entrevista radial, Urrego también señaló otro factor crítico que afecta el funcionamiento de las fuerzas de seguridad: el hacinamiento en las cárceles. El general indicó que las instalaciones penitenciarias de la ciudad se encuentran con una sobrecarga de más del 300 %, lo que obliga a los reclusos a dormir de pie o en hamacas improvisadas. Esta situación ha dificultado aún más las tareas de control de la criminalidad en la región.
Mientras tanto, la policía sigue ejecutando operativos para atrapar a los delincuentes y reducir los índices de criminalidad. Sin embargo, los ciudadanos exigen más acciones concretas para garantizar su seguridad. Los habitantes de Barranquilla están preocupados por la falta de control que, según ellos, ha permitido el auge de robos y otros delitos violentos.
Este intento de robo es solo un reflejo de la creciente criminalidad en Barranquilla, una ciudad que sigue luchando contra la inseguridad. Las autoridades están conscientes de la situación, pero parece que las soluciones siguen siendo insuficientes para frenar el desbordamiento de los delitos que afectan a la comunidad. En medio de esta crisis de inseguridad, las denuncias de violencia continúan aumentando, dejando a los barranquilleros con un sentimiento de vulnerabilidad constante.
Los ciudadanos de Barranquilla, en su mayoría, ya no se sienten seguros ni en las zonas tradicionales de la ciudad ni en los sectores periféricos, que han sido puntos calientes de delincuencia. El aumento de homicidios y la presencia de bandas criminales en algunas zonas agravan la sensación de incertidumbre. A ello se suman los relatos de personas que han sido víctimas de robos, no solo en las calles, sino también en sus hogares, reflejando una profunda crisis en la seguridad pública.
A pesar de la implementación de más patrullajes y el aumento de recursos destinados a la Policía Metropolitana, los barranquilleros insisten en que se requieren medidas más efectivas para contrarrestar la creciente criminalidad y hacer de la ciudad un lugar más seguro. Las autoridades deberán evaluar las políticas de seguridad en la ciudad y las decisiones judiciales que permiten que los delincuentes sean liberados sin consecuencias severas. Mientras tanto, la violencia y el robo continúan marcando la vida de los ciudadanos, quienes exigen un cambio urgente.
Y.A.