Expresidente Uribe señala a senador de intentar desacreditarlo y manipular la justicia.
El juicio contra el expresidente Álvaro Uribe por una presunta manipulación de testigos sigue generando polémica. Durante la audiencia del 26 de febrero, la testigo Deyanira Gómez compareció ante el tribunal, y un gesto del senador Iván Cepeda provocó una reacción inmediata de Uribe, quien lo interpretó como un intento de guiar sus respuestas.
El exmandatario calificó este hecho como alarmante y exigió una investigación exhaustiva para determinar si hubo fraude procesal. En una transmisión en vivo de 18 minutos, también refutó declaraciones de Cepeda sobre la Hacienda Guacharacas, asegurando que su destrucción por parte del ELN ocurrió en 1996, y no en 1994 como afirmó el senador. Uribe destacó que esta diferencia temporal es clave, ya que el ataque estaba relacionado con una venganza en su contra cuando era gobernador.
Además, el exjefe de Estado desmintió reuniones entre Cepeda y miembros de su familia, cuestionando la veracidad de sus declaraciones. También mencionó que recibió informes sobre la supuesta influencia del senador en cárceles, sugiriendo que su gestión habría afectado su reputación.
Uribe denunció que Iván Cepeda habría contactado a reclusos a través de personas fallecidas o desaparecidas, lo que incrementa las dudas sobre su papel en el proceso. También cuestionó su relación con organizaciones de derechos humanos, señalando que financió la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, pese a haber negado su participación en la misma. Uribe reveló que la fundación entregó dinero a la familia de un testigo, lo que, según él, complica aún más el panorama.
Finalmente, el exmandatario acusó a Cepeda de actuar selectivamente al presentar información ante la Corte Suprema, sugiriendo que esto pudo manipular la justicia. Uribe enfatizó que entregó toda la documentación sin ediciones, mientras que Cepeda solo presentó fragmentos, con el objetivo de desacreditarlo y fortalecer su acusación.
Y.A.
