El expresidente boliviano Evo Morales aseguró que no portaba armas cuando fue atacado en octubre de 2024, desmintiendo así las declaraciones del Gobierno de Bolivia, que sostiene que su comitiva abrió fuego contra la policía durante un operativo en Cochabamba.
El incidente tuvo lugar el 27 de octubre en la carretera entre Villa Tunari y Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, cuando el vehículo en el que viajaba Morales fue impactado por múltiples disparos. En su momento, el exmandatario denunció un intento de asesinato y responsabilizó al Gobierno del presidente Luis Arce por el ataque.
Desde el oficialismo, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aseguró que la comitiva de Morales intentó evadir un control policial, atropellando a un agente y disparando contra las fuerzas de seguridad. Sin embargo, Morales ha rechazado esta versión, insistiendo en que fue un atentado premeditado y que ni él ni su equipo iban armados.
La Fiscalía boliviana optó por no aceptar la denuncia presentada por Morales para que el hecho fuera investigado como un intento de magnicidio. Ante esta decisión, su equipo legal anunció que apelará, argumentando que el Estado no le está garantizando protección y que se están vulnerando sus derechos.
Este episodio ha profundizado la crisis política en Bolivia, generando un enfrentamiento entre el Gobierno y los seguidores de Morales, quienes exigen una investigación clara y transparente sobre lo sucedido.
