Juan Rivera, un Rey Momo que lleva el Carnaval más allá de las calles

El Carnaval de Barranquilla es sinónimo de alegría, música y tradición, pero también de inclusión y solidaridad. Este 2025, Juan Rivera, Rey Momo del Carnaval de la 44, ha demostrado que la fiesta no solo se vive en los grandes desfiles, sino también en aquellos espacios donde la celebración se convierte en un gesto de esperanza y conexión humana.
En los últimos días, Rivera ha llevado el espíritu del Carnaval a asilos y centros de rehabilitación, reafirmando que la fiesta más importante de Barranquilla es para todos. Con música, danzas y abrazos cargados de emoción, visitó los hogares San Antonio y Madre Marcelina, donde compartió con adultos mayores que, entre sonrisas y recuerdos, encontraron en su presencia un motivo más para celebrar la vida.
Pero su compromiso social no se detuvo ahí. En un acto de empatía y solidaridad, llevó la magia del Carnaval al Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor, donde no solo compartió con las mujeres privadas de la libertad, sino que también entregó kits de aseo donados por MegaTiendas.
Juan Rivera no solo es gestor cultural e investigador, sino también un apasionado por la enseñanza. Como profesor universitario, ha utilizado su conocimiento para enaltecer la riqueza cultural del Carnaval, convirtiéndose en un ejemplo de que el liderazgo va más allá de los escenarios y los títulos.
“Ser Rey Momo no es solo danzar en los desfiles, es llevar la alegría a cada rincón, hacer del Carnaval una plataforma de inclusión y mostrar que la cultura puede transformar vidas”, afirma Rivera, dejando claro que su papel en esta celebración va más allá de lo simbólico.
Su recorrido por diferentes comunidades demuestra que el Carnaval de Barranquilla es patrimonio de todos y que, con acciones concretas, es posible convertir la tradición en una herramienta de cambio social.