El reloj espía que involucró a Uribe: La compra de un dispositivo clave en el caso de manipulación de testigos

El reloj espia que involucro a Uribe La compra de un dispositivo clave en el caso de manipulacion de testigos

En el marco del juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, procesado por presunta manipulación de testigos, el testimonio de Deyanira Gómez, exesposa de Juan Guillermo Monsalve, ha tomado relevancia. Desde el exilio, Gómez detalló cómo compró un reloj espía con el objetivo de grabar una conversación clave entre su entonces esposo y el abogado Diego Cadena, quien representaba a Uribe.

El relato de Gómez ante la jueza 44 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, Sandra Heredia, evidenció cómo la exesposa de Monsalve, con la intención de proporcionar pruebas de posibles irregularidades, tomó la decisión de adquirir el dispositivo.

Según su testimonio, todo comenzó cuando Monsalve le pidió ayuda para registrar una conversación crucial. “Juan me informa exactamente el día 21 de febrero. Me llama y me dice: ‘Deyanira, hay una situación bastante importante que necesito registrar para que tenga fundamento para mí, como preso’”, relató Gómez en la audiencia.

Consciente de que su esposo estaba a punto de reunirse con un abogado que se presentó como defensor de Uribe, Gómez entendió la importancia de preservar la evidencia de lo que pudiera ocurrir en esa conversación. Monsalve le explicó que no podía permitir que ese diálogo quedara en el aire sin una prueba concreta. “Él me dijo que estaba siendo solicitado por un abogado que se presentó como defensor del señor Álvaro Uribe Vélez y que debía hablar con él”, contó.

Sin embargo, Monsalve también le reveló que había decidido no recibir al abogado ese mismo día debido a las dificultades de grabar la conversación en un ambiente tan restringido como una prisión. “No tenía cómo registrar o soportar lo que se iba a hablar en la reunión, y él quería garantizar su seguridad y dejar constancia de lo que se tratara”, explicó Gómez.

La situación llevó a Gómez a pensar en una solución que permitiera grabar la conversación sin levantar sospechas. Tras discutir sobre las dificultades de ocultar una grabadora en la celda, Gómez decidió buscar una alternativa en línea. “Le dije: ‘Déjeme revisar’, y entré a una página de internet desde mi computador personal. Encontré una tienda espía donde vendían múltiples objetos como gafas, esferos y relojes diseñados para ese tipo de grabaciones”, señaló.

Finalmente, después de evaluar las opciones disponibles, Gómez optó por comprar un reloj espía, pues consideraba que su uso sería común dentro de la prisión y, por lo tanto, pasaría desapercibido. “Un reloj es un objeto común que los presos pueden usar dentro de la cárcel, así que se compró el reloj espía”, concluyó.

Este dispositivo, adquirido a través de una tienda especializada en productos de espionaje, tenía un costo cercano a los $300.000, una cifra modesta en comparación con la relevancia que adquirió durante el juicio. El reloj espía fue entregado a Monsalve a través del abogado Héctor Romero, quien en ese momento lo representaba en algunos trámites legales.

El testimonio de Gómez ha sido crucial para arrojar luz sobre los detalles de este caso, en el que se investiga la presunta manipulación de testigos por parte del expresidente Uribe. A medida que avanzan las audiencias, la grabación obtenida a través del reloj espía se perfila como una pieza fundamental de la evidencia que podría determinar el desenlace de este controversial proceso judicial.

El caso que involucra a Álvaro Uribe Vélez sigue revelando detalles complejos y sorprendentes. La compra del reloj espía no solo resalta las dificultades y las precauciones que las partes implicadas tuvieron que tomar para garantizar la evidencia de lo sucedido, sino también la profundidad de la implicación de testigos y abogados en este proceso.

Es evidente que este caso no solo afecta a los involucrados de manera directa, sino que también pone de manifiesto las tensiones dentro del sistema judicial y las medidas extremas que algunos están dispuestos a tomar para asegurar la veracidad de sus versiones.

Y.A.