La relación entre los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán se encuentra en su punto más distante desde que Carlos Fernando asumió la Alcaldía de Bogotá.
El vínculo que los unía, cimentado en la lucha conjunta por la recuperación del partido Nuevo Liberalismo, parece desmoronarse con el paso del tiempo y las diferentes trayectorias políticas que han tomado.
En los primeros días de su incursión política, los dos hermanos, junto con su madre, Gloria Pachón de Galán, compartían la meta de revivir el legado de Luis Carlos Galán, su padre, con la esperanza de restaurar la personería jurídica del partido. Sin embargo, las elecciones legislativas de 2022 resultaron ser un revés, obteniendo solo un escaño en la Cámara de Representantes gracias a la candidatura de Julia Miranda, lo que permitió salvar la personería del Nuevo Liberalismo. A partir de allí, comenzaron los primeros roces.
El proceso de reestructuración del partido estuvo marcado por desacuerdos estratégicos. La figura clave de este proceso fue Juan Abel Gutiérrez, un estratega cercano a Carlos Fernando, quien ideó un plan para llevar al Nuevo Liberalismo al Congreso a través de listas cerradas. Sin embargo, la estrategia no rindió frutos, dejando al partido con un perfil poco reconocido y una propuesta de centro izquierda poco efectiva. Gutiérrez continúa asesorando a Carlos Fernando en su gestión como Alcalde de Bogotá, pero no es una figura de confianza para Juan Manuel, quien tiene otros planes.
Mientras Carlos Fernando se concentra en su papel de alcalde, con la mirada puesta en las próximas elecciones locales y en la consolidación de su figura en Bogotá, su hermano mayor, Juan Manuel, recorre el país, buscando fortalecer las bases del Nuevo Liberalismo con miras a una eventual candidatura presidencial en 2026. Esta aspiración no es compartida por Carlos Fernando, quien considera que su hermano no debería estar pensando en la presidencia mientras ocupa el cargo de alcalde, y ha mostrado su apoyo a otras figuras como David Luna, a quien Gutiérrez también asesora.
En medio de esta creciente tensión política entre los hermanos, Gloria Pachón, la matriarca del clan Galán, trata de mantener la paz familiar. Vivir alejada de la política en su finca de Chía no ha impedido que se mantenga informada de los aconteceres del partido. Juan Manuel es uno de sus visitantes frecuentes, y aunque actúa como un puente entre los dos hermanos, quienes realmente influyen en las decisiones de Carlos Fernando son su esposa, la abogada Carolina Deik, y su círculo cercano. Aunque Deik mantiene un perfil bajo en su rol como Primera Dama del Palacio Liévano, su influencia sobre el alcalde es determinante.
La última convención del Nuevo Liberalismo, celebrada en noviembre de 2024 en Cartagena, dejó sin mayores definiciones sobre el futuro político del partido. Sin embargo, Juan Manuel ha asumido un papel activo en la reconstrucción del legado de su padre, viajando por Colombia para recuperar las bases galanistas y creando nuevas estructuras regionales que podrían servir de plataforma para su candidatura presidencial en 2026. En esto, cuenta con el apoyo de Gloria Pachón, quien a sus casi 90 años sigue teniendo un peso considerable en la familia y en el partido.
Así, mientras Juan Manuel Galán se dirige hacia la consolidación de su candidatura presidencial, Carlos Fernando continúa enfocado en su gestión como alcalde, y la distancia entre los dos hermanos se sigue ampliando, con la política como escenario de sus diferencias y ambiciones. La historia de la familia Galán está lejos de resolverse, y los próximos años podrían definir su futuro político de formas que aún no están claras.