La comunidad de Turbaco enfrenta nuevamente la incertidumbre ante la posible reactivación del cobro en su peaje, cuyo pago ha estado suspendido desde noviembre de 2024. La medida, tomada por el Ministerio de Transporte debido a la inconformidad de los habitantes, está próxima a vencer el 22 de febrero de 2025, dejando en el aire el futuro de esta estación de recaudo.
El peaje, que hace parte del financiamiento del Corredor de Carga Cartagena-Barranquilla, se ha convertido en un foco de tensión entre el Gobierno, los gremios económicos y la comunidad local. Mientras la concesión Autopistas del Caribe defiende la necesidad de mantener los ingresos para garantizar el mantenimiento de la vía, líderes ciudadanos insisten en que el cobro afecta directamente la economía de los habitantes de Turbaco y municipios cercanos.
TENSIONES ENTRE GOBIERNO Y COMUNIDAD
Para muchos residentes, la reinstauración del cobro significaría un golpe al bolsillo, especialmente para quienes dependen del transporte intermunicipal. Jaime Castillo, presidente de la Asociación de Transporte Público Intermunicipal de Bolívar (Asotrapibol), advierte que el regreso del peaje encarecería los pasajes, afectando a miles de usuarios.
Por otro lado, los gremios empresariales y la concesión vial argumentan que la falta de cobro pone en riesgo la sostenibilidad del proyecto de infraestructura. “El corredor vial es clave para la conectividad y competitividad de la región, y sin financiación, su operación y mantenimiento se ven comprometidos”, explicó Juan Camilo Oliveros, director del Consejo Gremial de Bolívar.
¿QUÉ DECISIÓN TOMARÁ EL GOBIERNO?
La nueva ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, enfrenta el desafío de encontrar un punto de equilibrio entre las exigencias de la comunidad y la necesidad de garantizar la inversión en infraestructura. Aunque aún no se ha anunciado una decisión oficial, los habitantes de Turbaco esperan que se prioricen sus demandas y se contemple una solución definitiva.
Con la fecha límite acercándose, el panorama sigue siendo incierto. La posibilidad de nuevas protestas y bloqueos no está descartada si el cobro se reactiva sin un acuerdo previo con la comunidad. El desenlace de esta situación será clave para definir el futuro de los peajes en la región y el modelo de financiación de la infraestructura vial en Colombia.