El mensaje de China en el Consejo de Seguridad de la ONU es claro. «Saludamos todos los esfuerzos por poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania”, dijo el embajador chino, Fu Cong, quien detenta en febrero la presidencia de turno del organismo.
Se mostró complacido por la decisión de Estados Unidos y Rusia de hablar sobre el futuro ucraniano, pero señaló: «La guerra tiene lugar en Europa. Por eso, es lógico que también Europa contribuya a la paz”.
La declaración del alto diplomático chino contrasta con la posición de Rusia, su principal aliado estratégico. El lunes, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, había dicho no ver lugar para Europa en la mesa de negociaciones.
¿Paz en Europa sin Europa?
«En opinión del presidente ruso, Vladimir Putin, Ucrania debería desmilitarizarse. Con esa precondición, irrealista para Europa, Rusia quiere dificultar e imposibilitar que Europa se siente a la mesa”, escribió el observador político Kan Quanqiu, de Pekín.
En su opinión, «tarde o temprano, el Estados Unidos presidido por Donald Trump traicionará a Europa y a Ucrania con un trato”. Sería un acuerdo entre dos archienemigos de la Guerra Fría, en el que, una vez más, lo que estaría sobre el tapete es la estructura de seguridad en el continente europeo.
Mientras Estados Unidos ya no actúe como un «socio y aliado natural”, sino como «un país con objetivos a veces contrapuestos”, Europa y Alemania deben «definir sus propios intereses y desarrollar instrumentos que garanticen su capacidad de actuar y configurar el futuro, si es necesario incluso frente a la resistencia de Washington”, recomiendan Sascha Lohmann y Johannes Thimm, del think tank berlinés Fundación de Ciencia y Política (SWP). «Es necesario un cambio fundamental de mentalidad”.
Orden multilateral
Ahora China tiende la mano a la UE. En la conferencia de Seguridad de Múnich, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, puso el dedo en la llaga de Estados Unidos. Dijo que China, por sí sola, asume alrededor del 20 por ciento del gasto de la ONU, aplica plenamente el Acuerdo del Clima de París, y no «hace lo que le conviene en cierto momento y lo deja cuando ya no le conviene”.
Wang abogó por estrechar los lazos entre China y Europa. «China promueve un multilateralismo justo en el orden mundial”, indicó, afirmando que su país y Europa son socios, no rivales. Wang concluyó su discurso señalando que «China siempre ha considerado a Europa como un polo extremadamente importante en el orden mundial multipolar. Juntos estamos a favor de la paz, la seguridad, la prosperidad y el progreso”.
Las expectativas chinas
Stephan Bierling, profesor de política de la Universidad de Ratisbona, sostiene que China habla de un mundo multipolar, pero en realidad piensa en su propia zona de influencia. Advierte que China se presenta como representante de un orden mundial basado en reglas, pero las viola con más frecuencia que cualquier otro país. «Sin embargo, su declaración cae ahora en un terreno algo más fértil”, opina Bierling, en vista de las fricciones entre Europa y Estados Unidos.