En un operativo exitoso, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) suspendió las actividades de una embotelladora ubicada en el municipio de La Mesa, tras descubrir que estaba extrayendo ilegalmente agua subterránea. La denuncia anónima, que alertó sobre la irregularidad, llevó a las autoridades a investigar la situación.
Durante la inspección técnica y jurídica realizada por el equipo de la CAR, se comprobó que un pozo de aproximadamente 200 metros de profundidad estaba siendo utilizado para extraer más de 6,000 litros de agua, tres veces al mes. Esto sumaba un total de 18,000 litros mensuales, que eran almacenados en tres tanques de 2,000 litros cada uno, listos para ser embotellados y comercializados en La Mesa y otras zonas cercanas.
Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR, expresó su preocupación por la actividad ilegal: «Al costado de la perforación encontramos tres tanques, lo que sugiere que el agua extraída iba directamente a su almacenamiento para su posterior comercialización», comentó. Además, se encontraron señales de una excavación reciente, con tierra húmeda apilada y escombros en el área.
La CAR impuso una medida cautelar de suspensión de la actividad de captación y continuará con el análisis técnico para determinar si las acciones ilegales conllevan a nuevas sanciones.
Ante la creciente crisis hídrica en la región, Ballesteros hizo un llamado a la comunidad y a los empresarios para que se sumen a la causa del uso responsable del agua, sobre todo en tiempos de sequía que han afectado gravemente el abastecimiento en el centro del país. «Instamos a todos a utilizar el agua de manera responsable, tanto en el hogar como en el sector empresarial», subrayó.
La CAR invita a los ciudadanos a seguir denunciando cualquier irregularidad relacionada con la extracción ilegal de agua, especialmente en momentos críticos para el suministro de este recurso vital.
