El corregimiento de Sibarco, en Baranoa, vivió un fin de semana lleno de tradición y sabor con la más reciente edición del Festival del Guandú y el Bollo de Yuca.
Desde tempranas horas, el aroma del sancocho de guandú, cocinado a fuego lento por cerca de 100 matronas, impregnó la plaza principal, convirtiendo este evento en una verdadera fiesta gastronómica y cultural.
Acompañado de bollo de yuca y diversas proteínas como carne salada, costilla y pescado, el sancocho no solo deleitó a propios y visitantes, sino que también reafirmó el valor de la cocina tradicional como parte del patrimonio del Atlántico. “Este festival es más que una muestra gastronómica, es un símbolo de nuestra identidad y una plataforma para visibilizar nuestras tradiciones”, expresó Verónica Cantillo, secretaria de Cultura Departamental.


El evento, respaldado por la Gobernación del Atlántico y la plataforma Ruta 23 de la Secretaría de Cultura, se ha convertido en un pilar para el turismo y la identidad cultural de la región. El gobernador Eduardo Verano destacó la importancia de estos festivales en la preservación del legado gastronómico.
“Todas estas expresiones culturales están muy arraigadas en un pueblo, pero no están extendidas en el departamento. Cada uno de estos festivales representan un pedacito de nuestra cultura y unidos forman esa magnífica diversidad que tenemos», afirmó el mandatario.
Las calles de Sibarco se transformaron en un gran mercado al aire libre, donde emprendedores locales ofrecieron dulces, tortas, malteadas y otros productos elaborados con guandú y yuca, fortaleciendo así la economía del corregimiento.
“Preparamos un plan de contingencia que nos permitió recibir a todos los visitantes que llegaron hasta Sibarco no solo por el guandú y el bollo de yuca sino por todos los productos como dulces, tortas y malteadas. Este es festival de la tradición gastronómica del Atlántico», indicó Edinson Palma, alcalde de Baranoa.
Uno de los momentos más emotivos del festival fue el homenaje a Latelis Escobar, líder social y fundador de la festividad, quien con 81 años recibió un reconocimiento por su incansable labor en el desarrollo del corregimiento. Además, el II Conversatorio ‘Guandú, Seguridad y Soberanía Alimentaria’ reunió a expertos para analizar la importancia de este grano en la alimentación y economía local.
El festival también tuvo espacio para la literatura con el lanzamiento del libro Dulce Amanecer, una recopilación de poemas del historiador sibarquero Francisco Bolívar, resaltando el vínculo entre la gastronomía y la cultura escrita.
Las matronas cocineras fueron las protagonistas indiscutibles del evento. Con sus manos expertas y recetas transmitidas de generación en generación, no solo mantienen vivo el sabor ancestral del Atlántico, sino que también dinamizan la economía local.