«ESTO SE CALENTÓ»

Lucho Paternina Anaya.

Por: Lucho Paternina Anaya

Me apropio de este título para bautizar el presente comentario por la impresión que me causó cuando lo leí en la prensa asociándole tan rápidamente como se genera el pensamiento con la cruel, despiadada y persistente guerra que se protagoniza en El Catatumbo, convencido de que se refería a esta realidad. Pero no, se trata del nombre que seleccionó el cineasta cordobés Carlos Vergara Montiel para hacer una película que, después de 13 años de estar rodándola en escenarios cordobeses, hoy está nominada a los premios Platino en la categoría mejor comedia iberoamericana de ficción que serán concedidos en Madrid en su edición décima segunda.
Aunque no la he visto, la sola noticia por el reconocimiento internacional que se le está dando, me llena de orgullo en tratándose de una producción Caribe que, a contrario de la guerra que se protagoniza en El Catatumbo a punta de bala, esta producción cinematográfica echa mano del arte para insistir en el interés que la humanidad no debe abandonar para enfrentar el cambio climático con sus evidentes consecuencias desequilibrantes del medio, sobre las cuales, las grandes potencias inexplicablemente se mantienen expectantes sin un decidido compromiso por mitigar el impacto contra la misma supervivencia.
«Esto se Calentó» es una frase que bien podría describir lo que está sucediendo en El Catatumbo , pero no porque un pedazo de hielo que navega por el mar se estrellara contra la costa Caribe desencadenando el calentamiento de la tierra hasta producir el desequilibrio ambiental con tantos incendios, huracanes, inundaciones y violentos tornados, como parece sugerirlo la película, sino porque los bajos intereses que se mueven en esa zona , defendidos a punta de bala, tienen tan caliente el espíritu belicoso de la otrora romántica e inspiradora guerrilla , defensora de ideales que nos atraían a los estudiantes de entonces porque llevaban el mensaje de mejorar la condición social del pueblo en sus estratos más bajos, deseando hoy que ojalá el frío del iceberg también se estrellara contra el fogonazo de los fusiles que tienen incendiada tan importante y estratégica región para que apague el incinerante conflicto.
Si se me permite el esfuerzo metafórico que hago por traer el título de una película que también me trasladó a la realidad del Catatumbo, me justifico en el arte como un poderoso instrumento para poner a caminar la locomotora de los valores espirituales que también advierten, denuncian o evitan las conductas que chocan contra los más elementales y/o superiores principios que nos hacen seres que deberíamos navegar en aguas tranquilas y no en las tormentosas de la violencia como parece ser el argumento socorrido de los actores de la guerra para hacerse visibles , más que actuar llenos de buenas intenciones en favor de los intereses populares, como se pregona de la frontera caliente con Venezuela.
Podría alguien tildarme de ingenuo al sugerir el arte como un medio valido para expresarse pidiéndole a grupos que llevan más de 50 años guerreando sin ningún resultado en favor de la paz, cuando, por el contrario, han endurecido su accionar contra todo quien se cruce en su carrera por la conquista del poder.
«Esto se Calentó», es más que un atractivo e impactante título de una película, es la denuncia a través del arte de un problema orbital que crece sin control efectivo a la vista porque los grandes responsables de la contaminación ambiental, la niegan, cerrándose a tomar las medidas que la detengan. Pero, también puede ser fácilmente asociado con el «calentamiento» que se vive en buena parte del territorio nacional como para rodar otra película con el mismo título.