El escándalo expone fallas en la seguridad del penal y genera preocupación en las autoridades.
Un nuevo escándalo sacude a la cárcel judicial de Valledupar tras la difusión de un video en redes sociales que mostró a varios internos celebrando una parranda con licor y música dentro del penal. El hecho, que ocurrió el pasado lunes 10 de febrero alrededor de las 11:00 p. m., generó alarma entre las autoridades y evidenció fallas en los protocolos de seguridad.
Según los reportes, al menos cuatro reclusos evadieron los controles penitenciarios y organizaron la fiesta en uno de los patios del centro de reclusión. La transmisión en vivo del evento causó indignación y llevó a las autoridades a intervenir de inmediato.
Requisa y decomiso de objetos prohibidos
Tras la viralización del video, funcionarios del penal realizaron una inspección en las celdas y patios involucrados, decomisando licor, celulares y cargadores que habían ingresado de manera ilegal.
La subdirectora del penal, Diany Sánchez, reconoció las dificultades para evitar el ingreso de estos objetos y explicó que la prisión carece de equipos adecuados para realizar requisas efectivas. Además, señaló que el lanzamiento de objetos desde la calle hacia los patios es un problema recurrente que dificulta la labor del personal de seguridad.
“Contamos con recursos limitados para llevar a cabo las requisas necesarias. A pesar de los esfuerzos del personal, los objetos ilegales siguen ingresando, y el lanzamiento de artículos desde la calle hacia los patios es otro desafío constante”, manifestó Sánchez.
Investigaciones en curso
Se conoció que algunos internos de otros patios también participaron en la parranda, por lo que se han iniciado investigaciones internas para determinar responsabilidades. Los informes sobre lo sucedido fueron remitidos a la Dirección General y Regional del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), con sede en Barranquilla.
El incidente en la cárcel judicial de Valledupar expone las debilidades en los controles de seguridad dentro de los penales del país. La facilidad con la que los reclusos acceden a licor, celulares y otros objetos prohibidos refleja la necesidad de reforzar los protocolos y mejorar la infraestructura de seguridad en los centros penitenciarios.
Y.A.