La violencia de las bandas criminales en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente a la población infantil. Amnistía Internacional (AI) denunció que miles de niños están siendo reclutados, abusados y asesinados en un país sumido en la impunidad y el caos.
Según el informe de la organización, más de un millón de menores viven en territorios bajo el control de estos grupos, enfrentando amenazas constantes. “Los niños en Haití están atrapados en una crisis de violencia extrema. Son golpeados, violados y asesinados sin consecuencias para los responsables”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de AI.
Las denuncias incluyen secuestros y abusos sexuales sistemáticos contra niñas, especialmente en comunidades dominadas por las bandas. Amnistía Internacional documentó 18 casos de menores que fueron víctimas de agresiones sexuales, incluyendo violaciones colectivas. Algunas de ellas quedaron embarazadas y, debido a la prohibición del aborto en Haití, se vieron obligadas a recurrir a métodos inseguros para interrumpir la gestación.
La falta de presencia policial en estas zonas impide que las víctimas denuncien a sus agresores. Una de las niñas entrevistadas relató que, tras ser violada en 2023, volvió a ser atacada en 2024 sin poder buscar justicia. “No hay policía, la única autoridad en mi barrio son las bandas”, expresó.
NIÑOS FORZADOS A TRABAJAR PARA LAS BANDAS
El informe también destaca que los grupos criminales utilizan a menores para actividades ilícitas, como espiar a rivales, transportar mercancías, reparar vehículos o realizar trabajos forzados. AI entrevistó a 14 niños que aseguraron haber sido obligados a colaborar con las pandillas por miedo o por hambre.
Algunos menores intentan ocultar su relación con estos grupos por temor a represalias de la comunidad. “Si alguien me señala con el dedo, podrían matarme”, confesó un niño reclutado.
Amnistía Internacional instó a la comunidad internacional y a los donantes a coordinarse con el gobierno haitiano para diseñar un plan integral de protección infantil. Además, pidió frenar el tráfico de armas que alimenta la violencia y suspender las deportaciones forzadas de haitianos mientras persista la crisis humanitaria.
“La niñez en Haití necesita una respuesta urgente. No podemos permitir que sigan siendo víctimas de este ciclo de terror”, concluyó Callamard.