A tan solo días del inicio del Carnaval de Barranquilla, que se celebrará del 1 al 4 de marzo, las autoridades locales han lanzado una alerta debido a una grave escasez de sangre en la ciudad, lo que ha generado gran preocupación entre los barranquilleros y los organizadores del evento más grande de la región.
Este año, se espera que el carnaval atraiga a más de 3,5 millones de personas, tanto nacionales como internacionales, lo que pone aún más presión sobre los servicios de salud locales. Sin embargo, la preocupación principal no está en la seguridad de los asistentes, sino en la falta de un componente vital: la sangre.
El gerente del Banco Nacional de Sangre de Barranquilla, Johan Bula, indicó que las reservas de sangre están por debajo del 25% de su capacidad, lo que está generando serias demoras en las transfusiones de pacientes en la ciudad. El grupo sanguíneo más escaso actualmente es el O+, seguido del O-, lo que aumenta la alarma entre las autoridades sanitarias.
La situación es crítica, ya que Barranquilla, además de ser un importante centro turístico durante el carnaval, tiene varios eventos masivos donde podrían necesitarse grandes cantidades de sangre. Por esta razón, el Banco Nacional de Sangre ha hecho un llamado urgente a la ciudadanía para que se sumen a las campañas de donación. Están organizando visitas a empresas, hospitales, universidades y espacios públicos con el fin de incentivar la donación y así garantizar que los recursos estén disponibles ante cualquier emergencia.
La Secretaría de Salud de Barranquilla ha emitido una alerta amarilla, lo que implica un nivel de preparación ante posibles eventualidades durante el carnaval. Las autoridades locales esperan que más ciudadanos se sumen a la causa para superar esta crisis de desabastecimiento.
«Estamos haciendo todo lo posible para superar esta crisis, pero necesitamos de la solidaridad de todos los barranquilleros. La donación de sangre puede salvar vidas y es fundamental en momentos como este», expresó Bula.
En medio de la celebración más grande de la región, los barranquilleros y turistas se preparan para disfrutar de los desfiles, las comparsas y la música, pero la crisis de sangre pone un manto de preocupación sobre el evento. Las autoridades instan a la comunidad a donar y a unirse a la campaña para garantizar que el carnaval, además de ser una fiesta, no se vea afectado por la falta de este líquido vital.