Se sintió el debut de Armandito Benedetti con Petro

Alfonso Camerano Fuentes, abogado.

Por: Alfonso Camerano

El Consejo de Gobierno fue toda una novedad y un éxito.

Petro se la jugó con Armandito Benedetti para darle un viraje al gobierno del Cambio, pegando duro en la primera aparición.

La jauría de los medios voceros de la oposición así lo indica, “ladran los perros Sancho señal de que cabalgamos”, decía El Quijote, y repetimos a cada rato en este tipo de episodios.

El país necesitaba saber qué hacían los ministros y ministras y si cumplían las metas trazadas por el Gobierno del Cambio. La mayoría se rajó.

La trasmisión al aire de la reunión no se la esperaban los convocados, menos el país, acostumbrados a despachar y despacharse, los sorprendió el Presidente Petro con las cámaras en acción, hasta un levero llegó tarde, el de educación, manda huevo.

A quienes más castigó fue a los que estaban en campaña presidencial o de senadores desde la butaca ministerial, calificándolos como portadores de “agenda propia”, cosa seria.

La arremetida de los irritados al descubierto contra Armandito Benedetti, envuelta en la tusa moralera, era contra el propio Presidente Petro, que está dispuesto a salir de tanto burócrata inútil, y para ello llamó a su hombre de confianza, desde la época de sus históricos debates en el Congreso, a fin de que le ayudara a evaluar individualmente la gestión en las carteras que les confiaron.

Nadie más autorizado para hacerse acompañar de sus confiables consejeros que el propio Presidente Petro, permitiendo gozar de su aprecio, personalidades de distinto origen político, que han ocupado las cargos ministeriales, embajadas o entes descentralizados, gústele o no a los puritanos (si es que lo son)

Es un hecho que el triunfo de Petro descansó en un proceso histórico en el que se sacrificaron generaciones de hombres y mujeres brillantes desde Jorge Eliécer Gaitán hasta los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro Leongomez, Luis Carlos Galán, Carlos incluyendo el genocidio de la Unión Patriótica, por un país más equitativo, y con derecho a vivir en paz.

Pero, como todo proceso político tiene el sello de su líder, el del conductor que jalona con su propuesta y experiencia personal de vida, hace posible incluir, además de las organizaciones que conforman el PH, personalidades que no son militantes de las organizaciones de la izquierda, o que se hicieron visibles en el spring final, y gozan de la plena confianza del Presidente para acompañarlo a construir su Programa de Gobierno.

En esa línea, se encuentran el conservador Álvaro Leyva Durán, liberales como Juan Fernando Cristo, o el ex interior Luis Fernando Velasco, la joven ejecutiva Laura Sarabia, el joven de Educación, Daniel Rojas Medellín, la ex ministra de salud Carolina Corcho, el ex ministro Alejandro Gaviria, etc., incluyendo a Armandito Benedetti Villaneda.

Hasta ahora, en las cascadas de columnas, artículos, tip top, mensajes de texto, comidilla de reuniones sociales o del tinto de cafetería en los centros comerciales, muy pocos han ponderado la importancia de abrir los Consejos de Gobierno para hacer balances de gestión y calificar a los responsables de la ejecución del Programa de Gobierno.

Desde antes de nombrar a Benedetti ya éste había criticado en una entrevista a medios la paquidermia de varios ministros que obstruían el proyecto trazado por Petro, incluso, se atrevió a criticarlos públicamente.

Más por este papel, de haberles colocado la lupa a esos alegres ministros que estaban en campaña presidencial desde carteras sin aciertos, y por contar con la confianza de Petro, se le fueron encima los reprobados a Benedetti, para darle palo indirecto al propio Presidente Petro.

Las consecuencias de este destape marca un antes y un después del gobierno del Pacto Histórico, en lo que ya se muestra como una crisis ministerial y política que ha de cambiar de rumbo a las reformas más apremiantes.

La confianza en Benedetti, contó Petro, viene desde el debate contra los para políticos y la corrupción, en el Congreso de la República; de Juan Fernando Cristo, nos reveló que se conocen desde la época de la clandestinidad, cuando lo llevó en su carro protegido a una Convención Liberal, burlando el ojo avizor de la seguridad que vigilaba al “subversivo”, caleto en el carro del congresista cucuteño.

Quienes optaron por el diatriba contra Benedetti son los mismos que vienen hace rato pegándole a Petro con el sainete de “dile a Pedro para que entienda Juan”, pero esta vez se jodieron, porque es mucho más útil Armandito, como hombre hábil, inteligente, de confianza, con todos sus defectos, – que los tenemos todos -,que un ministro inútil, emparapetado en su discurso mitinero, mientras entierran el proyecto grueso del cambio de fondo ganador de la contienda electoral.

Esas renuncias al calor del debate televisado – y que la derecha les aplaude – evidenció quien sirve y quien no, alcanzando a desinflar el globo de más de una candidatura montada sobre la falsa crítica moralista de irse porque no toleran a Armandito Benedetti al lado del Presidente Petro, que lo sentó a su lado.

Y vienen cosas peores para quienes desde dentro del gobierno creían que estaban en “playa alta”, si es que logran “pasar de agache”.

Por ahora, se siente que viene un viraje, con piloto y copiloto, Petro y Armandito Benedetti.

Atésate grapa vieja que vas pa’ un jobo..