Enero y febrero con la tasa de seguridad desbordada en materia de criminalidad con homicidios

Lo anterior toma como cimientos, el análisis de los dos primeros meses de enero y lo que va corrido de febrero, por lo que es posible afirmar que los índices de criminalidad en la ciudad han superado las expectativas, generando una sensación generalizada de inseguridad.

Lo cirto es que, el inicio del 2025 no trae consigo la tan esperada calma para el Departamento del Atlántico. En enero de este año, se registraron 96 muertes violentas en todo el territorio, un incremento alarmante que refleja la grave crisis de criminalidad en la región. La ciudad de Barranquilla, que concentra gran parte de la actividad criminal, registró 63 homicidios en el mes, mientras que municipios como Soledad y Malambo también vieron un aumento en los asesinatos, a pesar de que algunos territorios como Malambo reportaron solo un caso.

Cuadro correspondiente a los índices reflejados en enero y ferebro del año anterior (2024)
Cuadro correspondiente a los índices reflejados en enero y ferebro del año anterior (2024)

Con el regreso de la violencia, la cifra diaria de muertes violentas permanece constante, con un promedio de tres homicidios por día, similar al último semestre de 2024. Este patrón establece un panorama desolador y una sensación de impotencia frente a la continua amenaza que enfrentan los ciudadanos, que ya no solo se limitan a ser víctimas de extorsiones o robos, sino también de asesinatos de carácter sicarial, feminicidios y enfrentamientos entre bandas criminales.

La situación también ha golpeado con fuerza a las mujeres, con un alarmante número de feminicidios en enero, lo que marca un hito en la historia reciente del Departamento. Nueve mujeres fueron asesinadas en circunstancias violentas, una cifra que supera cualquier registro previo y refleja la grave vulnerabilidad de este segmento de la población.

Las autoridades locales y los organismos de justicia deben redoblar esfuerzos en la lucha contra la criminalidad. Es urgente articular estrategias más efectivas con la colaboración de la sociedad civil y la comunidad, que se ha visto afectada por esta ola de violencia. El trabajo conjunto entre la Fuerza Pública, las autoridades judiciales y los ciudadanos es la única vía para revertir esta preocupante situación.

Este análisis es una llamada a la acción. No se puede seguir ignorando la realidad de las cifras, y la tarea urgente es implementar estrategias de intervención que logren cambios sustanciales antes de que el ciclo de violencia se mantenga durante todo el año.

Reacciones de la reunión de seguridad del jueves 6 de febrero

La inquietud sobre el particular se vivió este jueves 6 de febrero, durante la reunión de seguridad convocada en el Comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en la que los líderes gremiales expresaron su preocupación ante el aumento de delitos en la ciudad, particularmente en áreas como la extorsión, el robo de autopartes, y la inseguridad en zonas comerciales y residenciales.

Fue así como los gremios que agrupan a sectores como Fenacoven, Undeco, Asaba y otros, propusieron de manera clara que se requiere el fortalecimiento de los esfuerzos de seguridad implementados el año pasado, así como una mayor articulación entre las autoridades y la comunidad.

Zandra López, presidenta del Comité Intergremial Unidos por el Atlántico, expuso las propuestas de diferentes gremios, como Fenacoven, Undeco, Asaba, Asonocturnos, Asocoldro, Asopartes, Asomesa y el Colegio de Administradores de Propiedad Horizontal. Los líderes del sector empresarial y comercial pidieron la continuidad y fortalecimiento de las estrategias implementadas desde el año pasado para combatir la creciente ola de criminalidad, particularmente la extorsión.

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López destacó la necesidad de ajustar las tácticas de seguridad para adaptarse a las circunstancias actuales, poniendo énfasis en la vigilancia y las campañas de prevención. En este sentido, señaló que la seguridad en zonas vulnerables como Barranquillita y la calle 72 debe ser una prioridad. Además, propuso un refuerzo policial durante las festividades cercanas y un mayor enfoque en la protección de edificios y conjuntos residenciales.

Durante la reunión, se analizaron las estrategias implementadas hasta el momento y se identificaron los puntos críticos de la ciudad. López comentó que la propuesta final consistió en un plan de trabajo conjunto que busca fortalecer la prevención, investigación y judicialización de los responsables de delitos como la extorsión y el robo de autopartes, entre otros. La colaboración entre gremios, autoridades y la comunidad es vista como una medida indispensable para reducir los niveles de criminalidad y devolverle la tranquilidad a los barranquilleros.

Entre las soluciones planteadas, se destacaron el ajuste de estrategias y el incremento de vigilancia en puntos estratégicos de la ciudad, como Barranquillita y la calle 72, zonas consideradas «áreas calientes» por su alta concentración de delitos. Sin embargo, surge una pregunta fundamental:

¿Son suficientes estas medidas para frenar el crecimiento de la criminalidad o es necesario un replanteamiento profundo en las políticas de seguridad pública?

El enfoque de las autoridades hasta ahora ha sido reactivo, respondiendo a los aumentos de delitos a medida que surgen, pero los gremios y la ciudadanía comienzan a cuestionar si esta táctica es adecuada frente a la magnitud del problema.

Mientras se desborda la criminalidad en las calles, refuerzan la seguridad en edificio donde habita Nicolás petro

«Un CAI móvil y al menos ocho uniformados permanecen en las afueras del edificio portobelo, donde está Nicolás Petro», denuncia JAL de la localidad de Riomar.

La JAL de la localidad de Riomar denunció además la presencia de un CAI móvil y al menos ocho uniformados fuera del edificio Portobelo, donde se encuentra Nicolás Petro.

Es preciso señalar que esa localidad está falta de presencia policial en otros puntos y resulta inconcebible que estos auxiliares de policía permanecan allí, muy a pesar de que el hijo del presidente de la república cuenta con el personal de la UNP, seguridad personal y del mismo edificio.

Claro está que Barranquilla necesita no solo más policías en las calles, sino también un trabajo de prevención, educación y mayor integración de la comunidad con las fuerzas de seguridad. Sin una estrategia de seguridad integral que apunte a las causas profundas del crimen, es posible que la ciudad continúe viendo un aumento en los índices de criminalidad.