Los habitantes de los barrios Candelaria Norte y Nueva Esperanza, en Valledupar, han manifestado su inconformidad por el estado de abandono del parque didáctico del sector, que actualmente representa un peligro para la comunidad y un foco de inseguridad.
Juegos infantiles dañados, columpios oxidados, barandas desprendidas y estructuras con puntillas expuestas son algunas de las problemáticas que afectan este espacio, que en el pasado fue un punto de encuentro para niños y familias. A pesar de algunos intentos de mantenimiento, como la pintura realizada en diciembre, los arreglos han sido superficiales y no han solucionado la situación de fondo.
Jorge Socarrás, residente del barrio, utilizó las redes sociales para hacer pública la denuncia, pidiendo al alcalde Ernesto Orozco y a los líderes comunitarios que atiendan la problemática. “Este parque es un peligro para los niños. Hay juegos convertidos en chatarra y estructuras que pueden causar accidentes. No podemos seguir esperando soluciones a medias”, afirmó.
Por su parte, Darwin Salas Serrano, presidente de la Junta de Acción Comunal, explicó que durante las administraciones anteriores se intentó gestionar la recuperación del parque. Sin embargo, el proyecto no fue aprobado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y en administraciones posteriores se descartó la inversión por considerarse no prioritaria.
Ante la falta de respuesta, los habitantes de la comuna 5 han solicitado que la rehabilitación del parque sea incluida en el Plan de Desarrollo del actual gobierno municipal. “No queremos más pañitos de agua tibia. La comunidad necesita un espacio digno y seguro para el esparcimiento de los niños y las familias”, concluyó Salas Serrano.
Los vecinos esperan que las autoridades tomen medidas concretas para evitar que este importante espacio recreativo siga en deterioro y se convierta en un problema aún mayor para la seguridad del barrio.