12.000 indígenas del Alto Sinú viven en riesgo por presencia de grupos armados ilegales

Las comunidades indígenas Emberá Katío del resguardo del Alto Sinú, en Tierralta, Córdoba, se encuentran atrapadas en una crisis humanitaria que ya lleva más de tres años, debido a la violencia y amenazas constantes por parte de grupos armados no estatales.

La situación afecta a alrededor de 12.000 personas que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad, desplazadas y con graves restricciones a su movilidad.

Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), estas comunidades evitan denunciar las agresiones por temor a represalias, lo que ha generado un subregistro de los hechos y agudizado las dificultades para proporcionar asistencia. La crisis se ha intensificado desde 2022, con desplazamientos forzados y limitaciones en el acceso a servicios básicos como alimentación, agua potable y salud.

El último episodio ocurrió el 8 de enero de 2025, cuando 611 personas, de las comunidades de Nejondó y Koredó, se vieron obligadas a desplazarse hacia centros poblados debido a operaciones militares contra grupos armados ilegales en la zona. Además, durante 2024, otras 1.008 personas fueron confinadas a causa de combates en la región.

La situación expone a la población a múltiples riesgos, como el reclutamiento forzado de menores, violencia de género y la escasez de recursos esenciales. Las autoridades locales, a través del Comité Territorial de Justicia Transicional, han comenzado a coordinar respuestas humanitarias, incluyendo entrega de ayudas alimentarias y atención en salud.

Sin embargo, la OCHA enfatiza que las comunidades Emberá Katío requieren apoyo urgente en diversas áreas, como asistencia psicosocial con enfoque étnico, acceso a agua segura, atención médica integral y garantía de permanencia escolar para prevenir el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de los grupos armados ilegales.