El Congreso de El Salvador ratificó este miércoles una reforma constitucional que facilita la modificación rápida de la Carta Magna, una medida que ha generado una fuerte división política en el país. La iniciativa, impulsada por el partido Nuevas Ideas (NI), que lidera el presidente Nayib Bukele, ha sido aprobada por la actual legislatura con 57 votos a favor y 3 en contra de los opositores.
La reforma, que modifica el proceso de enmiendas constitucionales, permite que los cambios sean aprobados y ratificados en una misma legislatura con el respaldo de tres cuartas partes de los diputados, lo que agiliza los procedimientos y evita la necesidad de que dos legislaturas diferentes participen en el proceso, como ocurría anteriormente.
Desde el oficialismo, se argumenta que esta reforma es crucial para hacer frente a los constantes cambios globales y sociales que enfrenta el país. Se considera que tener la capacidad de realizar modificaciones rápidamente es esencial para garantizar una respuesta adecuada a las demandas de la sociedad.
Sin embargo, la oposición ha rechazado esta reforma, calificándola como una alteración del proceso democrático y un atentado contra la Constitución misma. La diputada Marcela Villatoro, del partido ARENA, acusó al oficialismo de violar las normas constitucionales al permitir una reforma sin seguir los procedimientos establecidos por la ley.
A pesar de las críticas, la reforma fue respaldada por los legisladores del partido de Bukele y sus aliados. La medida se suma a los esfuerzos del presidente para modificar diversas leyes y estructuras del Estado, aunque aún está pendiente la presentación de un ambicioso anteproyecto de reforma que pretende modificar más de 200 artículos de la Constitución.
Este cambio, que ha estado en proceso desde 2020, marca un nuevo capítulo en la relación entre el poder ejecutivo y el legislativo en El Salvador, consolidando aún más el poder de Bukele y su partido en el panorama político del país.