Inteligencia artificial china pone en jaque las grandes tecnológicas del mercado

El mercado bursátil está reaccionando con incertidumbre ante el avance de la inteligencia artificial china, cuyo nuevo chatbot, DeepSeek, ha puesto en riesgo las grandes revalorizaciones que empresas como Nvidia, Microsoft y Alphabet (la matriz de Google) han experimentado desde 2022. DeepSeek, un asistente de IA mucho más económico que opciones como ChatGPT, ha escalado rápidamente a la primera posición en la tienda de Apple en Estados Unidos, lo que provocó una respuesta inmediata de los inversionistas.

El Nasdaq, uno de los principales índices de Wall Street, comenzó la jornada con una caída del 3%, afectado principalmente por las pérdidas de Nvidia, que cedió un 11%, y otras tecnológicas de gran capitalización como Microsoft y Alphabet, cuyas acciones bajaron un 3%. El S&P 500 también reportó pérdidas cercanas al 2%, y el Dow Jones de Industriales sufrió un retroceso del 0,15%.

La reacción negativa no se limitó a los mercados de Estados Unidos, sino que también se extendió a Europa y Japón. En estos lugares, el inesperado éxito de DeepSeek ha afectado las expectativas positivas sobre las empresas tecnológicas y sus proveedores, como el fabricante de chips ASML, que vio caer su valor en un 11% en las primeras horas de la jornada. Otros actores clave, como AMD, Arm Holdings, Micron y ASM International, también experimentaron retrocesos importantes.

El impacto de DeepSeek no se limitó solo a las tecnológicas. Empresas del sector energético, temerosas de una menor demanda de electricidad para los centros de datos de IA, también sufrieron pérdidas significativas. Constellation Energy se desplomó un 20%, NRG perdió un 10%, y el fabricante de equipos de energía Oklo, conocido por desarrollar pequeños reactores nucleares, se dejó un 14%.

Este fenómeno resalta cómo los chatbots chinos, más baratos y con menor consumo de datos, desafían la premisa dominante en los mercados de que la IA impulsará el crecimiento de los proveedores tecnológicos, desde fabricantes de chips hasta centros de datos. El mercado, aparentemente, ya está descontando este temor, y los efectos sobre las acciones continúan reflejando la incertidumbre generada por la competencia global en el ámbito de la inteligencia artificial.

Y.A.